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GONZALO DÍAZ-RUBÍN
OVIEDO.
Lunes, 14 de mayo 2018, 01:57
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Los 70 años de historia de la Sociedad Ovetense de Festejos penden de un hilo. No es la primera vez. El Ayuntamiento ya tuvo que salir en 1956 al rescate de la entidad, ahogada por las deudas acumuladas en sus primeros nueve años de éxitos festivos. El problema ahora es sobrevivir sin el apoyo consistorial, al que ya no puede acudir la entidad tras los últimos cambios legales. Rota la «especial relación», como dice el auditor de las cuentas de la de Festejos, con el Ayuntamiento con el cambio de año, a la SOF se le acumulan las facturas sin pagar. A 31 de diciembre, la sociedad tenían pendientes de pago casi 660.000 euros a más de un centenar de proveedores por servicios y suministros del año pasado.
En la extensa relación, figuran, por ejemplo, todas las bandas y grupos de baile que participan en el programa de Folclore en la calle amenizando las calles del Antiguo durante festivos y fines de semana. A la banda de gaitas Xácara se le adeudan 6.400 euros; a La Hedra, 2.400; a Xuno, 5.650 y así al resto. También hay deudas vinculadas a San Mateo como los 83.566 euros que se deben a GAM por el escenario musical de la Catedral, principalmente, o los 21.175 que se deben al promotor Enrique Patricio, o los 23.500 que tiene pendientes de cobrar la Pirotecnia Pablo por los fuegos artificiales de la noche del 20 de septiembre o los 8.893 de los bollos de chorizo que repartío al día siguiente y que aún se adeudan a Cárcnicas El Cuco. Un tercer capítulo lo forman las empresas de servicios como FCC, a la que se deben casi 23.000 euros, o la Sociedad General de Autores que tiene pendiente de cobro una factura por 43.291 euros.
Con todo, el informe de liquidación del ejercicio 2017, que se aprobará hoy en la junta de gobierno de la SOF, no prevé tomar ninguna medida, toda vez que se trata de gastos amparados por el convenio con el Ayuntamiento ahora cancelado y de los que deberán responder las arcas municipales a través de una aportación extraordinaria, la última que recibirá la SOF.
Los números, aún así, no son buenos. Los fondos propios son negativos en 691.432 euros y el pasivo corriente supera el millón de euros, al sumar a lo anterior los gastos de personal pendientes de pago por 225.109 euros como consecuencia del despido de toda la plantilla salvo un único trabajador con fecha del 31 de diciembre pasado. Unas indemnizaciones para las que la SOF no tiene liquidez, pero que están pendientes de las reclamaciones judiciales de los trabajadores, que han pedido ser subrogados en la plantilla municipal.
Los 70 años de historia de la SOF penden de un hilo, para tratar de que sea una red entera la que sustente a la sociedad en el futuro, la presidencia someterá hoy a aprobación unos nuevos estatutos. Una texto anodino salvo por el hecho de fijar la sede en un local municipal y porque hace desparecer las referencias a La Ascensión. No es lo importante. Lo importante será que la asamblea los apruebe después y que, cuando toque elegir la nueva directiva sin vínculos municipales, aparezca alguien dispuesto a tirar del carro que no dilapide en éxitos festivos los haberes de la SOF en nueve años o menos.
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