Hoy arranca el juicio contra un acusado de drogar y abusar de una menor

Los hechos sucedieron la noche del sábado 3 de septiembre de 2016, cuando la joven, que presentó la denuncia por abuso sexual y que por esa fecha contaba con 17 años, salió del centro de acogida donde residía junto a cuatro amigas, internas en la misma «casa», y también menores de edad: una de 16 años y las otras tres de 14.

Habían quedado con el novio de la chica de 16 años, quien las invitó a ir a casa de un amigo, el acusado, que tenía alquilada una habitación en un piso de la ciudad. Allí llegaron todos sobre la medianoche, según recoge el escrito de la Fiscalía. Una vez en el piso, todos ellos se dirigieron a la habitación del investigado, menos una de las chicas de 14 años, que se quedó en la cocina hablando por teléfono.

Ya en la habitación, el hombre les ofreció marihuana y «les dio lo necesario para preparar un porro, que lió la denunciante y que consumieron entre todos, salvo una de las chicas y su novio», recoge la Fiscalía en su escrito.

Luego el hombre les entregó más marihuana con la que liaron un segundo porro. Además les dio a beber vodka, que las menores tomaron, y también les ofreció 'polvillos' de una sustancia desconocida a la que se refirió como 'M'. Polvillos que mezcló con la bebida y las menores también tomaron.

En ese momento, la menor que se había quedado en la cocina entró en la habitación y probó la mezcla, pero como no era de su agrado y no se sentía cómoda en la situación, se marchó de la vivienda del hombre.

Según relata el Ministerio Público en su escrito, como consecuencia de lo consumido, la menor que presentó la denuncia comenzó a sentirse mal. Mareada, con vista borrosa y náuseas, tuvo que ser acompañada al baño por dos de las otras menores. No consiguió vomitar y sus acompañantes decidieron acostarla en la cama que había en la habitación del procesado.

Aprovechando que la denunciante se quedó dormida, el procesado le quitó la ropa y abusó sexualmente de ella, lo que causó que se despertara. Al ver al hombre sobre ella le preguntó: «¿Qué haces?». El hombre respondió: «¡Ay, qué rico, mami!». Como pudo, se deshizo de él y corrió al baño donde se encontró con las amigas a las que les contó lo sucedido. Las tres, en cambio, regresaron a la habitación y volvieron a tumbarse.

El acusado trató entonces de aproximarse a la menor y mantener relaciones con ella. No obstante, lo evitó y se marchó del piso. Al día siguiente sus amigas insistieron en volver al piso del acusado y la denunciante, por no quedarse sola, las acompañó. Él volvió a ofrecerles droga y alcohol pero lo rechazó por miedo a una agresión. La Fiscalía también pide que indemnice a la víctima con 6.000 euros.