El bingo de los huertos urbanos

Villarejo, natural de Tineo, tenía «desde guaje» una finca en el concejo, pero «está muy lejos» y ahora, jubilado de su profesión de hostelero, podrá disfrutar de esta afición en la ciudad en la que reside desde hace 55 años. Disfrutará de su huerto tres años, tras haber intentado conseguir uno hace otros tres, en la primera convocatoria. Y lo hizo 'in extremis': llevaba tres números de la familia y el suyo, el 69, fue el último que se extrajo del saco.

364 personas aspiraban a obtener uno de los 64 huertos para particulares (cuatro son para ONG), situados junto a la autopista en la calle del Conceyín. Sin embargo, poco más de una veintena acudieron al Auditorio para seguir el sorteo, más parecido a un bingo al ir cantando un funcionario número a número. «Vamos a ver si toca», comentaba. Pero apenas hubo agraciados entre los presentes. Lope Ruiz se fue con las manos vacías, pero sonriendo: «Lo intentaremos otra vez».

Otro retirado, Orlando Rodríguez, consiguió conservar tres años más su terreno en el sorteo. Aseguró que su huerto «está muy bien. Planto de todo: tomates, berenjenas... Son tierras muy productivas, el Ayuntamiento nos lleva compost y nos pone carretillas. Voy a seguir yendo casi todos los días».

Los afortunados disfrutarán de una parcela de 50 metros cuadrados con taquilla individual y servicios higiénicos comunes. En la primera adjudicación, no se contempló -y generó protestas entre los vecinos- castigar a quienes descuidaron sus huertos, pero «en este proceso sí vamos a tener un seguimiento mucho más serio», informó un técnico de Parques y Jardines, David del Valle.