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J. C. A.
OVIEDO.
Domingo, 29 de octubre 2017, 01:45
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Una noche que pudo acabar en tragedia gracias a la consabida combinación de alcohol y conducción y en la que, afortunadamente, solo hubo que lamentar la pérdida de un par de arbustos del servicio de parques y jardines de Oviedo.
En la madrugada del viernes al sábado, un conductor que dio una tasa de alcohol en sangre de 0,43 tras el preceptivo control de la Policía Local, había perdido el control de su vehículo de alta gama unos minutos antes. A la una y media de la noche, el coche, conducido por un joven que salió ileso del accidente, se desvió de la trazada en la confluencia de las calles Argüelles y Jovellanos y acabó por chocar contra una de las jardineras de acero forjado que decoran la acera y que, para los peatones, cumplen también como bolardos.
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