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Alberto González, Wenceslao López, Ricardo Fernández, María Paz Prado y Rogelio Cuesta en el aniversario de la empresa. MARIO ROJAS
Homenaje al tesón y el trabajo

Homenaje al tesón y el trabajo

Carrocerías Blanco celebra su cincuenta aniversario y la trayectoria de su propietaria, María Paz Prado

JUAN CARLOS ABAD

OVIEDO.

Viernes, 20 de abril 2018, 03:27

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Más de doscientos invitados, los ocho trabajadores actuales y Avelino González que, ya jubilado, «continúa pasando todos los días por el taller», celebraron ayer el cincuenta aniversario de Carrocerías Blanco, el taller de reparación del automóvil que desde la calle Comandante Vallespín -hoy Gloria Fuertes- se ha encargado durante medio siglo de «hacer ciudad como negocio de barrio».

Porque la historia, a veces, se tuerce. Pero esa historia está llena de pequeñas muestras de denuedo e inteligencia que devuelven la fe en el ser humano. José Manuel Blanco falleció hace 15 años y su mujer, Maria Paz Prado, decidió continuar con el negocio. En un sector donde la mujer acostumbraba a ser un calendario en la pared del taller, se formó, aprendió y luchó por continuar con la razón de su vida. El año pasado, la Fade la reconoción con el premio a la mejor autónoma y ayer, Avelino González corroboró la aspereza de los inicios. «Yo no quería que lo cogiera», reconoció pero «tiene afición para todo, lo que toca lo acaba dominando», reconoció.

El propio alcalde, Wenceslao López, vecino de la calle durante cuatro décadas, recordó los inicios del taller y destacó la historia de superación de Prado. «Solo con amor y cariño se pude hacer bien el trabajo», reconoció el primer edil.

Alberto González, director general de la Fade, dio la «enhorabuena y las gracias» a Maria Paz y deseó «otros cincuenta años más» de éxitos. Durante el vídeo de introdución se hizo hincapié en el valor humano de la empresa y en los apoyos de peritos, empresas del sector y concesionarios. En nombre de ellos habló Rogelio Cuesta, presidente de la Asociación de Automóvil, que refrendó el sentir acerca de la empresa y de la figura de la empresaria. «Siempre nos hemos fijado en vosotros», reconoció.

La protagonista, emocionada, atendió a todos los asisitentes: «Hemos convertido un taller en un restaurante por un día», bromeó sobre una empresa que en su día también ganó el premio a la limpieza. «Hay vida, me veía en esas clases (de motor) sin ninguna mujer», explicó Prado que, sin embargo, las aprovechó. Salió adelante y se ganó la confianza de todos. Ayer brindaron por ella.

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