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Tres agentes de la Policía Local, en labores de vigilancia en la losa. ALEX PIÑA
El Ayuntamiento de Oviedo reforzará la seguridad con diez nuevos agentes de la Policía Local

El Ayuntamiento de Oviedo reforzará la seguridad con diez nuevos agentes de la Policía Local

El equipo de gobierno denuncia que el límite a la tasa de reposición del personal «debilita» los servicios de seguridad

GONZALO DÍAZ-RUBÍN

OVIEDO.

Viernes, 16 de febrero 2018, 03:40

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El Ayuntamiento de Oviedo incorporará esta primavera a diez nuevos agentes de Policía Local. Mientras los aspirantes a cubrir las plazas se sometían ayer a las pruebas físicas, en las instalaciones deportivas de San Lázaro, tras haber superado las teóricas el mes pasado, el equipo de gobierno volvió a denunciar los límites a la contratación de personal que impiden incrementar el número de agentes o de funcionarios. «Con estas nuevas incorporaciones, se completaría la plantilla y la tasa de reposición, pero aun así, por población, tendríamos que tener 320 policías y no llegamos a los 300. Es insuficiente», denunció el concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández.

De hecho, el edil rechazó la semana pasada poner en marcha una policía de barrio como proponía el PP por la incapacidad del servicio para asumir nuevas tareas y menos para un despliegue que, según los cálculos de los populares, requeriría no menos de 50 nuevos agentes. Patrullar a pie La Corredoria, estimó entonces el edil de Seguridad, necesitaría ocho agentes, cuatro de mañana y cuatro de tarde, y otros tantos para cubrir el descanso; dieciséis policías.

«Estamos a la espera de que desaparezcan las restricciones para poder aumentar plantilla»

Iván Álvarez, concejal de Personal

La actual plantilla del servicio, además de envejecida con una edad media próxima a los 50 años, apenas cuenta con 274 funcionarios (232 agentes y los mandos), menos que en 1991. En un servicio normal, el número de efectivos en la calle se sitúa apenas entre 30 y 35 funcionarios, con una dotación de solo siete (tres patrullas) para el servicio nocturno.

«Con éstos diez llevaremos 22 nuevos agentes incorporados», señaló Fernández, pero «lo ideal sería poder convocar en función de las necesidades del servicio y no solo en función de la gente que se jubila. Ahora incorporamos diez porque se han jubilado diez».

Retiro anticipado

Sobre las estrecheces del servicio pende además la amenaza del decreto que tramita el Gobierno para el retiro anticipado de los policías locales y que precipitaría el retiro de golpe de casi una veintena de funcionarios, cuyas vacantes tardarían meses en cubrirse. Ante esta eventualidad, Personal y Seguridad han barajado, incluso, generar una bolsa de personal con el resultado de las próximas oposiciones previstas para este año.

El concejal de Personal, Iván Álvarez, coincidió en que «hay necesidad de más agentes». La tasa de reposición impuesta por el Ministerio de Administraciones Públicas es del cien por cien, permite cubrir todas las jubilaciones, «pero estamos a la espera de que desaparezca para poder incrementar la plantilla».

El edil expuso de nuevo los esfuerzos del equipo de gobierno por aprovechar los mecanismos disponibles: «Hay plazas paralizadas desde 2007», denunció. «Ahora mismo estamos llevando a cabo, además de estas pruebas para la Policía Local, otros procesos de selección como los de animador sociocultural», explicó y, «al final del primer semestre de este año, tenemos pensado sacar otras once nuevas plazas de Bomberos», otro de los servicios en los que el Estado permite cubrir todas las jubilaciones.

En este sentido, el concejal de Seguridad Ciudadana señaló a Bomberos como otro de los servicios que «se ha debilitado con el paso de los años, algo que se evidencia en la edad media de la plantilla, en torno a los 50 años. El número de efectivos es muy justo lo que obliga, en ocasiones, a llevar a cabo horas extraordinarias», hasta más de trescientas acumulan algunos mando.

Los aspirantes a estas plazas de Bombero, tres de ellas de conductor, tendrán que superar conocimientos teóricos, pruebas de resistencia física y, en lugar del psicotécnico, una prueba de claustrofobia.

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