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ROSALÍA AGUDÍN
OVIEDO.
Miércoles, 23 de agosto 2017, 00:33
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Las aguas entre los cinco usuarios que aún tienen sus caballos en El Asturcón y el Ayuntamiento están lejos de calmarse. Hace unas semanas, la Concejalía de Deportes envió una carta a los dueños de los equinos, donde les informaban de los gastos que han originado desde que la administración local suprimió el servicio de estabulación en el centro. En algunos casos, estas cifras sobrepasan los 30.000 euros y en otros son de poco más de 10.000 euros, relativos a las facturas del servicio de seguridad, veterinaria, retirada del estiércol, consumo de agua y luz y ocupación del box. Estas facturas han indignado a los dueños de los animales y a través del abogado Miguel Teijelo han pedido su impugnación. Alegan que el Consistorio es «incompetente» para dictar resoluciones de requerimiento de pago, pues el «ordenamiento jurídico no le atribuye esta potestad».
Además, afirman que una entidad local no puede exigir de forma «directa y coactiva los daños y prejuicios causados e imponiendo el pago de los mismos», sino que su obligación es defender sus bienes y derechos ante los tribunales. En consecuencia, y según defienden, no existe «base legal para que se puedan exigir coactivamente el coste de los supuestos daños».
Por otro lado, Teijelo no entiende cómo los gastos han podido aumentar tanto de precio desde que Urbaser abandonasen las instalaciones. Sin ir más lejos, el alquiler del box costaba antes del 30 de abril de 2016 1.320 euros anuales y ahora ha pasado a 30.000: «Es absolutamente imposible e inaceptable que el coste reclamado supere» a los gastos que había antes, sostiene a lo largo de la alegación que ha sido presentada en el Ayuntamiento.
A través de una carta, el Ayuntamiento les ha reclamado a los cinco usuarios de El Asturcón un total de 165.726 euros. En concreto, cada uno debe a las arcas municipales 30.367 euros -13.102 euros por los gastos generados desde mayo hasta diciembre de 2016 y 17.265 euros por el coste de los servicios durante el primer semestre de este año-. Pero no todos deben lo mismo. El 10 de enero, uno de los seis caballos que pasó fin de año en las instalaciones, lo abandonó. Fue llevado a una protectora de animales porque sus dueños no contestaron a los requerimientos.
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