Siria se suma al boicot diplómatico contra Dinamarca por las caricaturas a Mahoma

El gobierno de Siria ha decidido hoy llamar a consultas a su embajador en Copenhague para que les "informe de las gestiones realizadas por el gobierno danés" tras la publicación en un medio local de dibujos ofensivos del profeta. La crisis que se ha producido por la divulgación de la caricatura ha tenido también una dimensión económica, con el creciente boicot a los productos daneses en los países islámicos.

Según ha informado la agencia oficial siria SANA, las caricaturas de Mahoma "dañan a la persona del profeta" y que constituyen "una violación a las creencias de cientos millones de árabes y musulmanes". La breve nota de la agencia no da más detalles de lo decidido respecto a la legación diplomática.

Un diario francés publica también las caricaturas

Por otra parte, el diario francés France Soir ha publicado hoy las caricaturas de Mahoma aparecidas en el rotativo danés Jyllands-Posten y explica en portada que ha decidido reproducir los doce dibujos porque "ningún dogma religioso puede imponerse a una sociedad democrática y laica". Bajo el titular "sí, tenemos el derecho de caricaturizar a Dios", se publica un dibujo humorístico con reproducciones de las máximas divinidades de las cuatro principales religiones del mundo sentadas en una nube, en la que Dios le dice al profeta del Islam: "No protestes, Mahoma... Aquí, todos hemos sido caricaturizados".

Anoche, la cadena de televisión France 2 divulgó en su principal telediario reproducciones de las polémicas caricaturas danesas. France Soir explica que también las reproduce no como una provocación, sino porque son objeto de "una controversia de amplitud mundial" en la que están en juego "el equilibrio y los límites mutuos, en democracia, entre el respeto de las creencias religiosas y la libertad de expresión".

El diario dedica dos páginas, en interiores, al tema y publica un comentario titulado "intolerancia", cuyo autor afirma que no es porque el Corán prohíbe la representación de Mahoma por lo que "un no musulmán debe someterse" a ello. Al denunciar a los "nuevos inquisidores", el comentarista arremete contra la "intolerancia religiosa que no soporta ninguna burla, ninguna sátira" y afirma que "nunca nos disculparemos por ser libres de hablar, pensar y creer".

Falsa alarma de bomba en la embajada danesa en Damasco

Hoy también, la embajada de Dinamarca en Damasco ha sido evacuada debido a una falsa alarma de bomba en el edificio, informaron fuentes de la seguridad. Según explicaron las citadas fuentes, el personal de la embajada europea se puso en contacto con los servicios de seguridad sirios después de descubrir una bolsa de plástico negra en el interior de la embajada.

La legación fue evacuada inmediatamente mientras los servicios del orden sirios comprobaban el paquete y descubrían que estaba vacío, detallaron las fuentes. La llamada a consultas del embajador sirio en Copenhague se basa en la publicación, en un periódico de Dinamarca, de doce viñetas en las que aparecía Mahoma, profeta del Islám, y que fueron consideradas ofensivas por los musulmanes.

Desde que Arabia Saudí retiró por sorpresa el pasado jueves a su embajador en Copenhague, Kuwait y Libia se han sumado a esa iniciativa, mientras media docena de países más han emitido condenas y la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), que integra a 57 países, ha instado a realizar protestas pacíficas.

La crisis ha tenido también una dimensión económica, con el creciente boicot a los productos daneses en los países islámicos. Dinamarca exporta productos a Oriente Medio por un valor anual de 675 millones de euros -la mitad a Arabia Saudí-, apenas el 1 por ciento del conjunto de las exportaciones danesas, aunque compañías como el poderoso consorcio lácteo sueco-danés Arla Foods se estén viendo seriamente afectadas. Arla, que ha denunciado agresiones a dos repartidores en Arabia Saudí, ha cerrado temporalmente una fábrica en este país, paralizado una inversión de 54 millones de euros en la zona e insinuado que las pérdidas pueden traducirse en una reducción de empleos en Dinamarca.