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le acusan de cobrar comisiones ilegales

Zaplana presenta una querella contra cuatro personas por calumnias e injurias graves

En la misma se destaca que los querellados "no se han conformado con presentar la falsa denuncia, sino que la han difundido ampliamente"

EUROPA PRESS | VALENCIA

Miércoles, 17 de mayo 2006, 02:00

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La representación legal del portavoz del grupo parlamentario popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, ha presentado hoy, a las 11.45 horas, en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana una querella, con ejercicio de la acción penal y civil, por calumnias e injurias graves propagadas con publicidad contra los empresarios Antonio Vicente Moreno Carpio y José Herrero García, que acusan al ex presidente de la Generalitat del cobro ilegal de comisiones durante las obras del parque temático Terra Mítica de Benidorm, y contra los diputados del PSPV en las Corts Valencianes, José Camarasa Albertos y Antoni Such Botella, que grabaron y difundieron las conversaciones que mantuvieron con los citados empresarios.

Según fuentes del PP, los hechos a los que hacen referencia la querella tienen que ver con la presentación, por parte de los dos diputados del PSPV, de una denuncia ante la Fiscalía en que recogen unas conversaciones grabadas a dos empresarios imputados por el caso Terra Mítica "en las que éstos intentan relacionar a Eduardo Zaplana, sin pruebas y a cambio de dinero y beneficios judiciales en la causa en la que están imputados, en el cobro de comisiones ilegales". En dichas conversaciones, han explicado desde el PP, "grabadas sin conocimiento de los empresarios en el despacho de uno de los diputados socialistas en las Corts Valencianes, queda recogida también cómo el PSOE estaba dispuesto a trasladar 'a alguien con más potestad' la petición monetaria de los dos imputados".

En la primera parte de la querella se detallan los hechos que dan lugar a la misma, para después destacar que "el único fin de los querellados fue perjudicar el honor" de Zaplana, "imputándole la comisión de un delito que no ha cometido mientras fue máximo responsable de la Comunitat Valenciana" . En el texto de la querella se recoge, respecto a los dos diputados querellados, que "es palmario que el único propósito de sus denuncias fue el difamatorio, el ánimo de deteriorar gravemente la imagen publica, el honor y la dignidad de quien resulta ser su adversario político". En este sentido se argumenta que "es preciso tener en cuenta que, antes de presentar denuncia ante la Fiscalía, los diputados querellados no realizaron ninguna averiguación tendente a comprobar la veracidad de lo que afirmaban los dos empresarios", pese a que conocían "no sólo la gravedad de las imputaciones contra Zaplana, constitutivas de delito, sino los espurios motivos que conducían a los empresarios en sus acusaciones".

Zaplana incide en la intención de difundir la falsa denuncia

En la querella se destaca también que en este asunto "no hay que olvidar que los diputados querellados no se han conformado con presentar la falsa denuncia ante la Fiscalía, sino que la han difundido ampliamente para su conocimiento público lo que revela, con más claridad si cabe, cuáles son sus verdaderas intenciones". "La razón de que no exista ni un solo indicio que pueda avalar la información facilitada a los medios de comunicación y a la Fiscalía es que resulta ser absolutamente falsa. Prueba evidente de esa absoluta falsedad es que, según se desprende de la denuncia presentada en la Fiscalía, ninguno de los aquí querellados ofrece prueba alguna que acredite la realidad de su imputaciones, e incluso así se reconoce en el mismo escrito de la denuncia", señala la querella.

"No obstante lo cual -continúa el texto-, con total temeridad y absoluto desprecio a la verdad, decidieron los dos diputados querellados no sólo presentar la denuncia sino difundir su contenido a través de los medios de comunicación, conscientes del gravísimo deterioro que iban a producir en la imagen publica y el honor del Zaplana", explican en la querella. Al respecto, el texto añade que "resulta incuestionable la absoluta falsedad de los hechos" que se atribuyen a Zaplana "e indiscutible el propósito difamatorio de todos los querellados, así como indiscutibles son el grave atentado que Zaplana ha sufrido en su honor, fama e imagen pública y los cuantiosos daños morales que le ha producido la difusión de tan falsaria acusación, razones por las que no tiene más solución que invocar el amparo judicial para la rehabilitación de su imagen pública y también la de la institución de la que era máximo responsable en el momento a que se refiere los hechos que se le imputan".

Por todo ello, las mismas fuentes explicaron que se entiende que los hechos "son constitutivos de un delito de calumnias del artículo 205 del Código Penal, al haberse imputado a Zaplana la comisión de un delito de cohecho con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia a la verdad, propagándose con publicidad (artículo 209 del Código Penal)", concluyeron las citadas fuentes.

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