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Una ensalada.
Primavera, tiempo de ensaladas

Primavera, tiempo de ensaladas

Con la llegada de la estación entran ganas de verde, de comidas frescas que faciliten la digestión y ayuden a mitigar las primeras épocas de calor. Las ensaladas son la mejor opción

GUÍA REPSOL

Viernes, 24 de abril 2015, 17:16

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Llegada la primavera entran ganas de verde, de comidas frescas que faciliten la digestión y ayuden a mitigar las primeras épocas de calor. Las ensaladas son la mejor opción. Aceptan infinitas combinaciones de ingredientes en donde caben verduras, alubias, tubérculos y proteínas de carne y pescado. El aliño español suele ser a base de aceite, vinagre, sal y pimienta, pero también podemos incluir vinagretas con mostaza o alguna especia mediterránea que aportarán un toque diferente al plato.

Nunca falla la ensalada campera, con patata y huevo cocido, y pimiento y cebolla en crudo. Una lata de atún o de ventresca, algo más jugosa, siempre sumará. También se utilizan ingredientes sin cocinar en la pipirrana, un plato que cuenta con (casi) todos los elementos del gazpacho andaluz pepino, pimiento, cebolla y tomate- cortados finamente y aliñados con aceite y (mucho) vinagre.

Empieza ahora la temporada del espárrago, una de las joyas gastronómicas de Navarra. Además de tomarlos hervidos con mayonesa podemos usarlos en una ensalada con habas donde cocemos ambas verduras previamente y luego lo aliñamos con una vinagreta aderezada con cebollino. El espárrago blanco en conserva también puede ser un buen ingrediente de cualquier tipo de ensalada.

La combinación de judías verdes, tanto frescas y cocidas como en conserva, cortadas en tiras finas, con tomate, huevo duro y atún facilita el consumo de estas vainas que muchas veces escapan de la dieta diaria. Si las mezclamos con mango y langostinos cocidos y después preparamos un aliño con ají o alguna salsa mexicana (Cholula o Valentina serían perfectas) conseguiremos un plato exótico y fresco.

La remolacha es también un alimento que a veces no sabemos con qué comer. Los países de Centroeuropa tienen en este tubérculo uno de los ingredientes básicos de sus comidas. La ensalada de arenques es un buen ejemplo. Remolacha cocida, pepinillos, alcaparras, cebolleta, manzana verde en daditos, nabo rallado, eneldo fresco y patata cocida mezclados con una mayonesa que incluye unas cucharadas de jugo de pepinillos y de mostaza da como resultado un plato refrescante, aunque a simple vista pueda no parecerlo. Si queremos algo más ligero podemos mezclar la remolacha con cebolleta, zanahoria, naranja y nueces.

Desde el norte viajamos al sur para visitar los andes peruanos degustando la quinua. Una ensalada con tomate, maíz, cilantro y un poco de jengibre rallado acompaña cualquier plato. Frijoles o unas rodajas de jalapeño, para quien guste de lo picante, son otros ingredientes interesantes.

En Italia se toma a menudo la rúcula con tomate seco y lascas de parmesano con aceto balsámico de Módena mientras que el tabulé es un plato muy popular en los países árabes. Sémola de trigo (que se puede adquirir precocida) con tomate, pepino, gran cantidad de perejil y hierbabuena picados, pasas, piñones y aceitunas negras; todo aliñado con aceite, sal y limón. Es recomendable prepararlo con anterioridad para que, mientras se refrigera, los ingredientes se mezclen bien y el aderezo sea potente. No olvidamos aquí las frutas tropicales. La mezcla de aguacate, mango y kiwi con gambas nunca falla.

Finalizamos con el bacalao, que podemos tomar desalado o ahumado con naranja. En Andalucía se prepara el remojón, que también incluye huevo duro, aceitunas negras y, en algunos casos, también patata cocida. Otra opción es tomarlo con pequeños pedazos de tomate.

Fuente: Guía Repsol

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