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José Laudelino Campelo pasa delante de Villa y Javier Fernández camino de la sala de la Audiencia Provincial.
«Todo lo hice con el conocimiento del jefe»

«Todo lo hice con el conocimiento del jefe»

Durante el juicio tras el que resultó absuelto de extorsionar a dos empresarios, el que fuera vicesecretario del SOMA aseguró: «Todo lo hice con el conocimiento del jefe»

Aida Collado

Jueves, 9 de octubre 2014, 00:11

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A día de hoy, el exportavoz del PSOE en Langreo, José Laudelino Campelo, prefiere guardar silencio. «Por el momento», no quiere manifestarse sobre la tormenta que se cierne sobre el exsecretario general del SOMA, José Ángel Fernández Villa. Pero a nadie se le escapa que él fue el primero en poner en duda, hace ya 13 años, el buen hacer del histórico sindicalista. Entonces, acusó a Villa de manipular los hechos que le llevaron al banquillo acusado de intentar extorsionar a dos empresarios. El que fuera vicesecretario del sindicato resultó absuelto por el jurado popular en 2007, seis años después de que estallase el escándalo, y defendió, hasta la extenuación, que su caso respondía a una vendetta política impulsada por el máximo referente del sindicalismo en el Principado.

De lo que se acusaba a Campelo era de haber exigido el pago de comisiones ilegales y millonarias a la empresa Codema-Leclerc para facilitar que la misma fuera la adjudicataria del concurso para construir una gran superficie comercial en Langreo. Él no solo negó que hubiera tratado de extorsionar a los representantes de la compañía, Pedro Piñera y Juan Pedro Iriazábal, sino que, además, restó credibilidad a una grabación que supuestamente le inculpaba, asegurando que estaba «absolutamente manipulada».

Reconoció que había mantenido reuniones con dichos empresarios, pero insistió en que habían sido ellos quienes le habían citado y quienes le propusieron compensaciones económicas. «A mí me hicieron ofrecimientos de compensación para el Ayuntamiento e insinuaciones para que les ayudase, es decir, que iban a ser generosos con quienes les ayudasen», declaró ante la juez. Pero lo más polémico de su testimonio fue que, según mantuvo de principio a fin, nada escapaba al conocimiento de José Ángel Fernández Villa. «Todo lo hice con el conocimiento del jefe», lanzó. Y todos sabían quién era el jefe: «La persona que toma las decisiones importantes desde hace 30 años». «Yo nunca pedí nada al margen de lo que hayan sido compensaciones y cesiones de suelo al Ayuntamiento y, sin embargo, ellos sí me hicieron insinuaciones», completó.

Su versión, según la cual el secretario general del SOMA habría tenido pleno conocimiento de lo ocurrido, contó con el apoyo de la exedil socialista Alejandra Cuesta, quien confirmó que «fueron los empresarios los que ofrecieron el dinero y Villa lo sabía». Éste, por su parte, negó tener relación personal alguna con Campelo y defendió que si se «hubiera enterado antes, no lo hubiera consentido».

Para Campelo, las acusaciones de haber pedido comisiones ilegales solo podían explicarse porque, en enero de 2001, después de la primera reunión con los empresarios, «Fernández Villa perdió un congreso del PSOE en su propia agrupación. Me señalaron como la persona que propició la caída del poder establecido».

Los empresarios implicados llevaron a la Federación Socialista Asturiana las cintas en las que el exvicesecretario del SOMA exigía supuestamente el pago de comisiones millonarias. «Fue por eso por lo que exigimos a Campelo que renunciase al acta de concejal», explicó Javier Fernández, ya secretario general del partido. El hoy presidente del Principado rechazó en el juicio que la denuncia del PSOE se debiera a represalias políticas.

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