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Esther Díaz y Graciela Blanco hacen el traspaso de poderes, con Javier Fernández al fondo.
«Esther Díaz deja el listón alto. Espero estar a la altura»

«Esther Díaz deja el listón alto. Espero estar a la altura»

Graciela Blanco asume el cargo de consejera de Bienestar Social con el encargo de Javier Fernández de «vigilar la llegada a buen puerto de todo lo puesto en marcha»

ANA MORIYÓN

Sábado, 29 de noviembre 2014, 00:29

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Graciela Blanco tomó ayer posesión del cargo de consejera de Bienestar Social y Vivienda para sustituir a Esther Díaz, quien anunció su dimisión el pasado 17 de noviembre, tras las informaciones publicadas por EL COMERCIO en relación con su participación en la empresa Davelco y la colaboración de ésta en varias obras públicas. En el breve acto protocolario en el que Graciela Blanco «prometió» cumplir las responsabilidades encomendadas, fue Díaz, presente en la sala, quien se llevó el grueso de los reconocimientos.

Primero, por parte del presidente del Principado, Javier Fernández, quien aprovechó su intervención para agradecer a la ex consejera su «trabajo y compromiso» al frente de Bienestar Social y Vivienda, así como los «años consumidos en el objetivo de mejorar los servicios sociales para los asturianos». Fernández mostraba de este modo, y por segunda vez, su apoyo en público a Díaz después de la polémica en relación con su actividad empresarial que la llevó a presentar la dimisión.

Por su parte, Graciela Blanco, hasta ahora directora general de la Agencia de Cooperación, uno de los departamentos de esta misma consejería, tampoco perdió la oportunidad de dedicarle unas palabras a su antecesora y reconoció sentirse «muy orgullosa» de haber trabajado con ella y de haber formado parte de su equipo. «Precisamente por eso soy consciente de que deja el listón de gestión muy alto y sólo espero poder estar a la altura», señaló en unas breves declaraciones ante los medios de comunicación en las que no admitió preguntas.

La nueva consejera, nacida en Laviana en 1974, dijo asumir el cargo con «compromiso e ilusión» y con la intención de dar continuidad a la gestión iniciada por quien fuera su mentora, ya que Esther Díaz ya había confiado en ella responsabilidades durante su etapa de alcaldesa de Langreo, cuando Blanco formó parte del equipo técnico del Ayuntamiento. «Mi intención es proseguir el trabajo que ya inició Esther Díaz. No podemos consentir de modo alguno que el relevo de la consejería demore ni una sola de las políticas que ya están puestas en marcha. Mi obligación es ponerme a trabajar desde el minuto uno para realizar una buena gestión que redunde siempre en beneficio de los asturianos, especialmente en las personas menos favorecidas», concluyó.

En esa línea se pronunció también el jefe del Ejecutivo, quien insistió durante su discurso en que las políticas que dependen de esta consejería son «esenciales» para su gobierno, destacando en este sentido que el Principado ha llevado a cabo un «fortalecimiento» de los servicios públicos durante los últimos años mientras que el Gobierno de España «aplicaba recortes». Fernández instó a Blanco a culminar la labor iniciada por Esther Díaz en el semestre escaso que queda de mandato y le mostró todo su apoyo. «Debes vigilar la llegada a buen puerto de todo lo que está encauzado y puesto en marcha». Los tres, Javier Fernández, Esther Díaz y Graciela Blanco, se cruzaron cariñosos besos y abrazos. Ellas abandonaron juntas la sede de Presidencia.

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