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A. MORIYÓN / A. SUÁREZ
Sábado, 29 de noviembre 2014, 00:29
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El Gobierno regional no ve contradictorio que el proyecto de presupuestos de 2015 contemple una reducción del IRPF y nuevas deducciones fiscales para guarderías y compra de libros de texto y, a la vez, el documento haga una referencia expresa al impacto negativo de las rebajas de impuestos en el sostenimiento del estado de bienestar. Según indicó ayer el portavoz del gabinete, Guillermo Martínez, esa alusión tendría que ver con una bajada de tributos «generalizada» que, a su juicio, no se da en este caso.
Martínez se pronunciaba en estos términos al hilo de la información publicada ayer por este periódico que recogía la reflexión que contiene el informe económico-financiero que forma parte del proyecto presupuestario. El análisis, elaborado por el propio Gobierno, reza textualmente lo siguiente: «Las administraciones públicas no pueden permitirse bajar impuestos si lo que pretenden es mantener el nivel mínimo de gastos para sostener el estado de bienestar, donde las políticas sociales, de educación y sanidad juegan un papel primordial». La reflexión no es llamativa en sí misma, porque es la postura que tanto el PSOE como el Gobierno asturiano vienen manteniendo en los últimos años. Sí sorprende que aparezca dentro de unas cuentas, las de 2015, que, en virtud del pacto alcanzado con el PP, incluyen una reducción de dos puntos en el primer tramo del IRPF, hasta 12.450 euros, que pasa de un tipo del 12% al 10%.
Según apuntó Martínez, esa argumentación se referiría únicamente a una rebaja de impuestos «de forma generalizada» que, dijo, «no se produce en Asturias». Una precisión que, en todo caso, no aparece en el citado informe económico-financiero, que se pronuncia en contra de toda reducción fiscal.
Rentas bajas
En Asturias no se da esa rebaja generalizada sino una «reforma progresiva» del IRPF, afirmó el portavoz del Ejecutivo socialista, «que beneficia claramente y de forma nítida a las rentas más bajas». Añadió además que el impacto de la rebaja en términos de recaudación no se notará sobre las cuentas del Principado hasta 2017, cuando, según los cálculos del Gobierno, la crisis se habrá superado, la situación económica habrá mejorado y se podrá absorber una merma de ingresos que se cifra en 34 millones de euros.
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