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El presidente menos querido

El presidente menos querido

Rajoy no ha logrado salir de los mínimos históricos en valoración de los ciudadanos desde el inicio de su mandato

Ramón Gorriarán

Viernes, 7 de agosto 2015, 08:37

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Mariano Rajoy es el presidente menos querido por los ciudadanos en la historia de la democracia. Los estudios del CIS constatan que en ningún momento de su mandato ha llegado el aprobado. Todos los jefes del Ejecutivo han superado el cinco en diferentes momentos y los suspensos solo han llegado al final, en vísperas de la derrota. La historia de Rajoy, sin embargo, es la historia de un insuficiente.

El mejor momento del líder del PP fueron los primeros meses, en el barómetro del CIS de enero de 2012, con el trabajo de campo hecho en diciembre, recibió un 4,8 de nota media. Fue a lo más que llegó. Pero en cuanto comenzaron los recortes económicos y los ajustes del gasto, el suspenso no hizo más que profundizarse, aunque se mantuvo en el nivel del tres. El desplome al nivel inferior llegó con Luis Bárcenas y el destape de los ulteriores casos de corrupción. En enero de 2013 se publicaron los papeles del extesorero con su contabilidad paralela y Rajoy cayó al nivel del dos. En abril de ese año, la valoración fue de un 2,8; en julio cayó al 2,4; y en enero de 2014 se desplomó al 2,22, la peor nota alcanzada hasta el momento por un presidente del Gobierno desde 1978.

La recuperación económica de los últimos meses, de acuerdo al relato de Rajoy y el PP, no se ha traducido en una mejora relevante de la imagen presidencial a ojos de los ciudadanos. Sigue instalado en poco más del dos y su última calificación, la del estudio del CIS de julio, es de 2,61. La crisis, que sigue instalada en los bolsillos de los ciudadanos; la "pobre" respuesta a la corrupción, calificativo admitido por los propios dirigentes del PP, y la "prepotencia", término también del lenguaje popular, hacia otras fuerzas políticas, han formado un cóctel explosivo para la imagen de Rajoy, que, aderezado además con su perfil de registrador de la propiedad de Pontevedra, arroja un resultado demoledor.

Poca empatía

Estos datos, como es obvio, no han pasado inadvertidos en el PP, que ya sabía que con Rajoy no tenía un caballo ganador, pero es que a medida que ha pasado el tiempo en la Moncloa ya asume que tiene un jamelgo perdedor. Sobre todo cuando miran las tablas de valoración de los anteriores presidentes del Gobierno, incluido José María Aznar, un líder también con poca empatía social y fama de severo y seco.

El primer jefe del Ejecutivo de los populares alcanzó una nota media de aprobado en sus ocho años de mandato. Los suspensos solo llegaron en la recta final, con la participación en la guerra de Irak, entre otras controvertidas decisiones, como detonante para las malas notas. Aznar concluyó sus días en la Moncloa con una nota de cuatro, según el CIS.

Hasta el controvertido José Luis Rodríguez Zapatero comenzó su gestión en 2004 valorado con un 6,6 y disfrutó del aprobado ciudadano en su primera legislatura. Empezó a renquear en 2008 con el inicio de la crisis y la gráfica de sus notas se disparó hacia abajo hasta acabar con un pobre 3,1 en sus últimos meses de 2011. Unos vaivenes por los que no pasaron Felipe González y Adolfo Suárez, que gozaron del beneplácito social, no así Leopoldo Calvo Sotelo durante su breve y convulso paso por la Moncloa.

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