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CRISTIAN REINO
Lunes, 31 de agosto 2015, 09:47
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Una de las incógnitas políticas del verano en Cataluña ya se ha resuelto. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, no asistirá a la manifestación que el indepedendentismo ha convocado el 11-S y que servirá de acto de inicio de la campaña.
La dirigente de Barcelona en Comú se ha desmarcado esta mañana, al entender que se trata de una movilización de claro sesgo partidista y no es neutral, a diferencia de lo que proclaman los organizadores, la ANC y Ómnium cultural. Esta Diada es "excepcional" y la convocatoria hace referencia "explícita a las elecciones del 27-S", ha afirmado en Rac-1.
Colau se ha escudado en su rol institucional" para argumentar su ausencia. "Es mejor separar las cosas", ha dicho. En cualquier caso Colau, que siempre ha reconocido que votó sí a la independencia en la consulta del 9-N, ha garantizado el máximo de colaboración del consistorio a los organizadores para que la movilización sea amplia.
Colau ha confirmado además que la semana que viene, el día 7, el ayuntamiento celebrará el pleno en el que se votará si Barcelona se adhiere o no a la asociación de municipios independentistas. CDC, ERC y CUP votarán a favor y con toda seguridad ganarán la votación, pero para que Barcelona se sume a la AMI es necesaria la mayoría absoluta de las tres fuerzas secesionistas, que a día de hoy es altamente improbable porque Barcelona en Comú, según Colau, se abstendrá.
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