El TSJA aparta a Alaya del caso de los ERE y el resto de macroprocesos contra la Junta de Andalucía

La estrella de la juez sevillana Mercedes Alaya se ha apagado esta tarde después de que la Comisión de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) haya acordado "por unanimidad" proponer al Consejo General del Poder Judicial que el refuerzo del juzgado de instrucción 6, que investiga tres grandes causas contra la Junta de Andalucía, recaiga solo en un juez, el que ahora se encarga de los asuntos ordinarios de la sala. De esta forma, Alaya pierde el pulso que lanzó el día que decidió aspirar a un ascenso sin soltar el caso ERE, para lo que no dudó en enfrentarse directamente con su sustituta.

Según ha informado el TSJA, el informe adoptado en la reunión de la sala de Gobierno, que veía este asunto por tercera vez, se elevará al CGPJ. La propuesta acordada por los jueces andaluces propone textualmente que "la medida de apoyo judicial quede limitada a la comisión de servicio que ya viene desarrollando un magistrado [en alusión a Álvaro Martín], que quedará integrado plenamente en el refuerzo para la tramitación de las Diligencias Previas 174/11, 545/14 y 966/14". Estas diligencias hacen referencia al caso ERE, el fraude de los cursos de formación y el de los avales y préstamos concedidos por la Agencia Idea. No obstante, se cura en salud y apunta que esta propuesta se realiza "sin perjuicio de otras medidas de refuerzo y de colaboración futura". Ahora, el siguiente paso será revocar la comisión que se concedió en su día a Alaya, que no obstante aún no había comenzado por las discrepancias entre la titular y la sustituta.

De esta forma, el TSJA zanja el conflicto que se vivía en el juzgado de instrucción 6 de Sevilla, una pugna directamente relacionada con la vuelta a dicha de las diligencias referidas a los expresidentes autonómicos Manuel Chaves y José Antonio Griñán. En el fondo de la disputa se encontraba la opción de hacerles desfilar hasta el despacho de la juez en plena campaña electoral para las generales.

En este sentido, la Sala de Gobierno mantiene el plan de trabajo que se venía realizando hasta ahora en dicho juzgado. Es decir, un titular (en este caso la juez María Nuñez Bolaños) dedicado a las macrocausas y un juez de refuerzo, labor que desempeñaba Álvaro Martín, para el resto de causas del día a día.

"Especiales circunstancias"

No obstante, considera "conveniente" variar el último reparto acordado "por las especiales circunstancias que concurren". En este reparto, realizado con la previsión de tres jueces en la sala, establecía que la titular asumía la instrucción de los cursos de formación y los avales de la agencia Idea, mientras que la primera juez de refuerzo (Alaya) se quedaba las diligencias del caso ERE hasta que se acordara su división o no en piezas separadas. Una vez que la titular ha acordado esta división, habrá que concretar ahora quién se encarga de cada una de esas piezas, con la atención centrada en la parte más política de la trama, la de los expresidentes andaluces y la supuesta "orden política" que, según esbozó en su momento Alaya, se produjo para dar las ayudas de los ERE sin control alguno.

El CGPJ no se había pronunciado aún por estos repartos a la espera de que le llegara un informe del TSJA. El alto tribunal andaluz modificó su posición después de que la juez Núñez indicara que no quería jueces de refuerzo, evidenciando la imposible colaboración con Alaya después de que ésta le hubiera reprochado su falta de preparación y su "estrecha amistad" con el consejero andaluz de Justicia, Emilio de Llera.

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