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El consejero de Sanidad, Francisco del Busto, y el portavoz, Guillermo Martínez, ayer.
El PSOE ve margen de acuerdo con Podemos y le insta a desmarcarse del «frente del no»

El PSOE ve margen de acuerdo con Podemos y le insta a desmarcarse del «frente del no»

La formación morada insta a «poner orden» en el sector público regional: eliminar duplicidades y gastos innecesarios y menos personal de libre designación

ANDRÉS SUÁREZ

Jueves, 26 de noviembre 2015, 00:16

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La negociación presupuestaria entre PSOE e IU fue relativamente rápida, con unos días de tira y afloja antes de llegar a un principio de acuerdo, pero con Podemos, de estreno en este tipo de experiencias, el asunto va a llevar más tiempo. La formación morada explora con detalle todos los resquicios del proyecto aprobado el pasado lunes por el Ejecutivo y considera que los cambios que habrá que introducir en el documento son amplios para poder acomodarlo a sus expectativas y, llegado el caso, darle su voto favorable. Entre las modificaciones que considera oportunas está una revisión del sector público autonómico, el entramado de entes, empresas y organismos dependientes de la administración, en el que es necesario «poner orden» por la vía de eliminar duplicidades y reducir gastos innecesarios que permitan liberar fondos para, entre otras cosas, financiar las políticas sociales.

Al Gobierno de Javier Fernández le corría prisa el acuerdo con IU porque quería llegar al pasado día 23, cuando tenía previsto -ya con retraso- aprobar el proyecto y registrarlo en la Junta, con un documento sobre la mesa que fuera más allá de los 14 votos que le asegura el grupo socialista en el Parlamento. Sumados los cinco de la coalición se llega a 19, que aún son insuficientes pero que representan un avance. Tanto en términos numéricos como en clave política, ya que evitan una negociación a tres bandas y permiten centrar los esfuerzos en tratar de vencer las reticencias de Podemos. Que son muchas.

Hay muchas cosas que escaman a la formación morada en el proyecto económico del Ejecutivo para 2016. Sospecha que bajo el epígrafe del 'gasto social' hay partidas que realmente no tienen ese destino en sentido estricto. Discrepa abiertamente de algunas de las medidas fiscales pactadas entre PSOE e IU, caso de los impuestos 'verdes', que juzga irrisorios en términos de recaudación y muy alejados del tan debatido concepto de la progresividad. Y considera urgente abordar una revisión del sector público asturiano con el objetivo de racionalizar su gasto. ¿Cómo? Actuando contra las duplicidades por la vía de acabar con aquellas estructuras que en el seno de la administración realizan la misma tarea por partida doble. Reduciendo personal de libre designación. Y eliminando aquellas partidas de gasto que puedan considerarse redundantes, ineficientes o superfluas, liberando así fondos que puedan destinarse de forma prioritaria a la financiación de necesidades sociales básicas.

La cuestión está en hasta qué punto las pretensiones de la formación morada encajan en el margen de maniobra de que dispone el Gobierno regional. El portavoz del gabinete, Guillermo Martínez, argumentó que se puede coincidir «en lo esencial» con los planteamientos que sobre la mesa ha puesto Podemos, y añadió que «parece lógico pensar que un presupuesto tan social, con el rescate ciudadano reflejado en muchas partidas, sea apoyado por fuerzas de progreso».

Martínez emplazó directamente a Podemos a desmarcarse del «frente del no» en el que ubicó a PP y Foro -acusó directamente a los populares de usar el presupuesto como una herramienta más de campaña electoral por anunciar la enmienda de totalidad el mismo día en que se aprobó el proyecto, sin llegar a conocerlo en profundidad- y abrió la puerta a mejorar el documento en el trámite parlamentario. Y, al mismo tiempo, metió presión a Emilio León y los suyos al alertar de los riesgos de una prórroga: menos inversión, frenazo a proyectos como el presentado ayer de ampliación del hospital de Cabueñes y desaparición de los fondos extra asignados a políticas públicas esenciales como la sanidad y la educación.

Pero Podemos, de momento, se mueve con cautela. Remarca que la responsabilidad de buscar un acuerdo es del Gobierno y deja claro que no desprecia «ninguna herramienta a nuestro alcance», ya sean las enmiendas parciales para introducir ajustes en el proyecto o, en el caso más extremo, la de totalidad para tumbarlo.

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