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Los Reyes presiden un acto en presencia del presidente colombiano, Juan Manuel Santos.
Tribuna con calefacción para el Rey

Tribuna con calefacción para el Rey

Patrimonio Nacional licita por 59.895 euros la fabricación del primer estrado en propiedad para los actos de Felipe VI

Melchor Sáiz-Pardo

Miércoles, 11 de enero 2017, 16:13

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Patrimonio Nacional se ha cansado de alquilar tribunas a empresas privadas cada vez que el Rey participa en un acto de Estado. Sale caro y, además, las estructuras usadas hasta ahora no estaban a la altura. Máxime ahora que el «nuevo ceremonial de recepción de los jefes de Estado» establece que el Palacio de El Pardo no será el escenario de esos eventos, sino la Plaza de la Armería del Palacio Real.

Por eso, Patrimonio Nacional ha decidido, por «eficacia y eficiencia» licitar por un «procedimiento negociado y sin publicidad» la «fabricación y suministro de una tribuna de honores para ceremonias de Estado». La construcción de la estructura, que obviamente debe ser desmontable, va a costar a las arcas públicas 59.895 euros (IVA incluido). Y los aspirantes tienen de plazo para sus propuestas hasta el 20 de enero.

La tribuna, desde luego, no puede ser cualquier estrado. El pliego de condiciones técnicas sobre cómo debe ser esa tarima ocupa nada menos que siete páginas y deja claro (el único subrayado en todo el pliego) que «toda la superficie (de la tribuna) ha de estar dotada de sistema de calefacción o lámina eléctrica para ser instalada bajo la moqueta que cubrirá la plataforma».

Esa nueva tarima tiene que deslumbrar. «En la secuencia de honores programada (durante las visitas de jefes de Estado extranjeros) uno de los elementos más representativos lo constituirá la tribuna de honores», recalca en el pliego de Patrimonio Nacional, que establece que la tapicería del nuevo estrado de Felipe VI deberá ser «del tipo loneta de tono burdeos».

Patrimonio Nacional no deja nada a la imaginación del adjudicatario. La tribuna tendrá que poder extenderse hasta un máximo de 9 metros por 4 (aunque tiene que poder hacerse más pequeña si hay menos autoridades) y deberá tener una altura exacta 0,42 metros por encima del público. Para acceder, los Reyes y sus invitados dispondrán de dos escaleras y rampas. La estructura deberá estar preparada para hacer frente a un vendaval con 35 contrapesos de hormigón de 20 kilos. Y no solo deberá aguantar el viento, sino también el sobrepeso. El suelo tendrá que tener una base de acero galvanizado capaz de hacer frente a un sobrepeso de 300 kilos por metro cuadrado. La tarima tendrá pilares, techo, acristalamiento, su propia instalación eléctrica... y una moqueta de «fieltro punzonado de fibra sintética virgen, no regenerada» de 6 milímetros de grosor e ignífuga.

El ganador de esta particular licitación, que tendrá que enseñar a los trabajadores de Patrimonio cómo montar y desmontar la estructura, se llevará los casi 60.000 euros del proyecto, pero no el reconocimiento público de haber construido la primera «tribuna de honores» del Rey. El pliego de condiciones establece una última cláusula sobre «imagen y derechos» de esa plataforma. El Estado prohíbe expresamente al adjudicatario «utilizar directamente o indirectamente en su publicidad» el hecho de haber participado en este proyecto.

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