Serafín Abilio y su hijo, citados como testigos en Pokemon

La jueza de Instrucción número 1 de Lugo, Pilar de Lara, acaba de citar a declarar a Serafín Abilio Martínez, presidente de la Confederación Asturiana de la Construcción (CAC), y a su hijo, Alberto Abilio Martínez, en calidad de testigos en el 'caso Pokemon', atendiendo la solicitud realizada por el Observatorio Ciudadano Anticorrupción (Ocan). Ambos tendrán que personarse ante la magistrada gijonesa el próximo 23 de febrero.

La acusación popular realizó esta petición al juzgado lucense en relación con un apunte en la supuesta contabilidad 'b' intervenida al principal investigado en la derivada asturiana del 'caso Pokemon', Joaquín Fernández Díaz. Concretamente, bajo la rúbrica Spa Naranco, el considerado en la instrucción como el 'conseguidor' de contratos registró una comida en la que participaron tanto Serafín Abilio Martínez como su hijo, así como el propio Joaquín Fernández y el exalcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, también investigado en la causa.

Desde Ocan entienden que en la comida, con fecha de febrero de 2010, «pudo haberse procedido a tratar el asunto de las moratorias, prórrogas, dilataciones e inacciones varias por parte del Ayuntamiento de Oviedo en la construcción del equipamiento lúdico-deportivo por parte de la mercantil Naranco Wellness», conformada por varias empresas, entre ellas El Caleyo Derivados, representada por Alberto Abilio Martínez.

Serafín Abilio ya manifestó, nada más conocerse la petición por parte de Ocan y antes incluso de que la jueza decidiera llamarle a él y a su hijo a declarar en calidad de testigos, que no entendía este requerimiento. «No sé de qué va. Yo no compré a nadie y a mí no me compra ni San Pedro», declaró.

Ocan, sin embargo, cree que puede existir una clara relación entre aquella comida con las «dilataciones e inacciones» por parte del Ayuntamiento de Oviedo en la construcción del citado equipamiento lúdico. Máxime, añaden en el escrito presentado, cuando existe también una llamada intervenida en la instrucción en la que se escucha a Joaquín Fernández pedir a su interlocutor que «le avance algo para empezar unos numerillos para Serafín». Ocan entiende vital para la investigación conocer la relación entre el constructor y Joaquín Fernández y el resto de los investigados.