Borrar
Javier Fernández y la secretaria general del PSOE madrileño, Sara Hernández, a su llegada al acto.
Fernández pide huir de la «demagogia» y defiende un plan para las cuencas

Fernández pide huir de la «demagogia» y defiende un plan para las cuencas

El presidente del Principado reivindica la «superioridad ética, económica y cultural de la socialdemocracia»

A. SUÁREZ / P. DE LAS HERAS

Domingo, 26 de febrero 2017, 08:57

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El documento programático en el que trabaja el PSOE con vistas a su próximo congreso hace una cerrada defensa del carbón nacional, que se considera «reserva estratégica», y apuesta por impulsar planes de reindustrialización de las comarcas mineras que, lamenta el texto, el PP «está incumpliendo desde 2012». El partido celebró un acto ayer en Madrid en el que se debatió el capítulo económico del discurso político que los socialistas prevén desarrollar en los años venideros.

El futuro del carbón ha tomado vuelo al hilo de la polémica desatada en los últimos días por las propuestas de uno de los aspirantes al liderazgo del PSOE, el ex secretario general Pedro Sánchez, a ese respecto. Muchos han visto en la apuesta de Sánchez por la transición hacia un nuevo modelo energético un intento por liquidar la minería, algo que han tratado de desmentir luego sus afines. Sea como sea, lo cierto es que el documento económico en que trabaja la gestora con vistas al congreso es muy contundente en la defensa del carbón.

En dos aspectos. Por un lado, la consideración como «reserva estratégica» del mineral nacional, «que tendrá su hueco térmico». Por otro, la puesta en marcha de planes de reindustrialización de las cuencas mineras «que el Gobierno del PP está incumpliendo desde 2012».

Al capítulo energético y en concreto al carbón se refirió en su discurso el presidente de la gestora y del Principado, Javier Fernández, que apostó por avanzar hacia un modelo que aúne tres premisas: calidad, precio asequible y seguridad del suministro. Fue aquí donde remarcó que España «no tiene más fuentes energéticas autóctonas que el sol, el agua, el viento, la biomasa y el carbón nacional», momento que aprovechó para dejar claro que la transición energética no puede prescindir del mineral así como así.

Cuestión de plazos

«Cuando pensamos en el sistema eléctrico recordemos que necesitamos potencia firme, que no es tan fácil referir que vamos a eliminar en el corto plazo combustibles como el carbón o el gas; hay que esperar un plazo también porque necesitamos potencia firme que sea gestionable, sencillamente porque las otras, la lluvia, el viento, el sol, la meteorología, todavía no las sabemos gestionar», aseveró.

El compromiso con el carbón también se escuchó al responsable del apartado económico del documento socialista, José Carlos Díez, que fue especialmente crítico con el PP por haber «incumplido» sus planes de reindustrialización de las comarcas mineras y la necesidad de cubrir los empleos que se han ido destruyendo con el declive del carbón. «El Gobierno debe cumplir sus compromisos con las cuencas», señaló entre el cerrado aplauso de los asistentes, buena parte de ellos llegados desde Asturias.

El acto de ayer representa un primer paso en la aprobación de la ponencia marco que se llevará al congreso previsto para el 17 y 18 de junio. En el mismo, y además de aludir al carbón, Fernández defendió la «superioridad ética, económica y cultural de la socialdemocracia», al tiempo que llamó a huir de la «demagogia» y a ir ««más allá de lo que esperan los convencidos». «Y más allá -insistió en un mensaje que tiene una clara lectura interna- de lo que esperan los corazones de los votantes socialistas más fervorosos».

El foro concluyó con una apuesta ya conocida que Fernández resumió con la divisa de Bad Godesberg: «Tanto mercado como sea preciso, tanto Estado como sea necesario». Desde otro prisma: lucha por la igualdad, pero no por el «igualitarismo».

Al margen de la retórica, el texto recoge algunas propuestas concretas; algunas, ya presentes en el programa con el que Pedro Sánchez se presentó a las elecciones del 20 de diciembre de 2015 y el 26 de junio de 2016, como una renta mínima para aquellos que ya han agotado todas las prestaciones, a la que ahora se añade un matiz: «Sin que ello impida la búsqueda de empleo en condiciones dignas de quienes estén en condiciones de incorporarse al mercado de trabajo».

El texto también recoge que el ICO actúe como agencia financiera pública de innovación y añade que «la banca pública rescatada debe priorizar la financiación de la actividad empresarial, especialmente de pymes y autónomos innovadores y emprendedores». Además, defiende que las empresas que sustituyan empleo por robots se hagan cargo de planes de recolocación de los trabajadores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios