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De izquierda a derecha, Alperi, Hojas, Fernández y Álvarez.
El SOMA pide «ilusión frente a mera supervivencia» en el PSOE

El SOMA pide «ilusión frente a mera supervivencia» en el PSOE

Ante Javier Fernández, Alperi muestra la «preocupación» del sindicato por el riesgo de «orillar o dejar de lado» los intereses y principios básicos del partido

ANDRÉS SUÁREZ

Lunes, 27 de febrero 2017, 06:54

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Las tensiones internas que acechan al PSOE en esta etapa precongresual son visibles en cualquiera de sus actos públicos. También ayer, en el homenaje del SOMA a su fundador, Manuel Llaneza. Resultaba fácil observar cómo quienes arropan la labor de la gestora que preside Javier Fernández se agrupaban para charlar, igual que lo hacían, por su cuenta, aquellos que respaldan al derrocado ex secretario general Pedro Sánchez, que aspira a volver a serlo. Aunque de forma discreta, sin alharacas, esas diferencias también se trasladaron a los discursos. El del máximo responsable del sindicato minero, José Luis Alperi, fue muy medido, prudente, pero con claro trasfondo. El SOMA está de parte de Sánchez en esta pelea y Alperi abogó por «ilusión frente a mera supervivencia» como receta para los nuevos tiempos. Alertó, además, del riesgo de que en este complicado proceso el partido «orille o deje de lado» el compromiso con algunos de sus principios e intereses de referencia.

En el PSOE de hoy cualquier palabra, cualquier gesto, se mira con lupa. A nadie escapaba que mientras detrás de Javier Fernández, en el cementerio civil de Mieres, se arremolinaban algunos de sus partidarios, caso de su número dos en la Federación Socialista Asturiana, Jesús Gutiérrez, o los diputados Elsa Pérez o Marcelino Marcos Líndez, a unos metros hacían lo propio quienes en el Principado representan la fuerza de choque de Pedro Sánchez, con la diputada Adriana Lastra, la senadora María Luisa Carcedo o el ex consejero Faustino Blanco entre ellos. Hay dos modelos de partido en abierta confrontación que ayer, en el reparto de espacios, quedaban perfectamente delimitados.

La fuerza de algunas de esas imágenes sirve más que muchas palabras porque era previsible que, en actos como el que representa el homenaje del SOMA a su fundador, los discursos fueran medidos. Y así sucedió. El presidente de la gestora del PSOE y del Principado fue parco en palabras. Nada sobre las primarias y la competencia entre candidatos, apenas unas frases para glosar la figura de Manuel Llaneza y una respuesta a quienes dudan del compromiso del partido de echar abajo la reforma laboral -algunos sectores sostienen que la ponencia económica presentada por el PSOE es muy poco ambiciosa en ese sentido- con el argumento de que dicha normativa «ya se está derogando» con la labor de oposición en el Congreso.

El de ayer no era un escenario especialmente cómodo para Fernández teniendo en cuenta que el anfitrión, el SOMA, no esconde sus preferencias por Sánchez en la carrera precongresual. Su secretario general trasladó la «preocupación» por acontecimientos como el vivido el pasado 1 de octubre en el comité federal que puso punto y final a la etapa del ex líder socialista. Y, con vistas al futuro que viene, Alperi ofreció su parecer: «Ilusión frente a mera supervivencia».

Pero el discurso de Alperi dejó entrever cierto malestar por el transcurrir de los acontecimientos en el PSOE en estos tiempos. A nadie escapa que a amplios sectores del socialismo asturiano, y muy especialmente en las cuencas, la abstención que permitió gobernar a un Mariano Rajoy cuya política hacia el carbón ha sido durísimamente cuestionada ha generado un enorme descontento. En ese contexto, el líder del SOMA alertó del riesgo de que el partido, en lugar de atender sus verdaderos principios e intereses, «priorice actuaciones que orillen o dejen de lado» a los suyos: a los parados, a los pensionistas, a quienes se ven obligados a emigrar...

«Burdo intento político»

La abstención que permitió gobernar a Rajoy está en el trasfondo de todo. Pero el presidente del Gobierno también fue objeto de los dardos de Alperi. Suya fue la exigencia de cumplir los compromisos adquiridos en el plan de la minería para garantizar la viabilidad del sector y la supervivencia de las cuencas, «porque si no, no podemos evitar pensar que estamos ante un burdo intento político de acabar con un sector por motivos ajenos al interés nacional».

Hubo, además, otros momentos destacados. Una de las ovaciones más cálidas de la mañana se produjo cuando el secretario general de UGT-FICA, Pedro Hojas, recordó que las políticas que ahora se están aplicando en España podían haberse evitado un año atrás. «Pudimos tener un gobierno presidido por el compañero Pedro Sánchez», dijo levantando los aplausos, «pero otros no quisieron», apostilló en referencia a la negativa de Podemos al acuerdo.

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, hizo por su parte una encendida defensa de la viabilidad del carbón. Y remarcó dos mensajes. El primero, la necesidad de derogar a las claras, «sin tapujos», la reforma laboral del PP. El segundo, la exigencia a la izquierda política de que alcance acuerdos, «mejor hoy que mañana», para dar un giro al país.

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