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La consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, en el pleno de la pasada semana en la Junta.
PSOE y PP negocian una rebaja en el impuesto de Sucesiones para las empresas familiares

PSOE y PP negocian una rebaja en el impuesto de Sucesiones para las empresas familiares

Ambos grupos debaten la flexibilización del tributo para facilitar que la actividad y el empleo tengan continuidad; la reforma legal, pendiente de los últimos flecos

ANDRÉS SUÁREZ

Jueves, 23 de marzo 2017, 02:11

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Al proyecto de ley para revisar el impuesto de Sucesiones le quedan días o, a lo sumo, unas pocas semanas para el inicio de su tramitación parlamentaria. PSOE y PP apuran la negociación de un texto cuyo ingrediente principal es el incremento del mínimo exento de los 200.000 euros actuales a 300.000 euros, pero que incorporará otros ajustes y modificaciones. Entre las que están aún pendientes de cerrar está una flexibilización del tributo para las empresas familiares, con el fin de favorecer las transmisiones y garantizar la actividad y el empleo. Ambos partidos, con la consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, en el caso de los socialistas, y Mercedes Fernández por parte de los populares, al cargo de las conversaciones, apurarán esta semana los contactos en busca de un acuerdo definitivo.

Es un hecho que el Partido Popular ha forzado al Gobierno de Javier Fernández a virar su discurso fiscal, siempre receloso en los últimos años a las rebajas de impuestos con el argumento de que, en un escenario de insuficiencia de recursos y encarecimiento del coste de prestación de los servicios públicos, tales políticas resultaban contraproducentes. Pero la minoría parlamentaria del Ejecutivo ha obligado a cesiones ante el PP para conseguir sacar adelante los presupuestos. En el 2015 tocó una reducción del IRPF. En 2017 el protagonismo ha recaído sobre Sucesiones y Donaciones, convertido de improviso en el elemento 'estrella' del debate fiscal.

PSOE y PP intentan ahora acercar posturas, desde el planteamiento más ambicioso de los populares y una mayor contención de los socialistas, en el capítulo de Sucesiones que afecta a las empresas familiares. Mercedes Fernández demanda una reducción del tributo que evite que la transmisión del negocio sea una losa insuperable para el heredero. El planteamiento tampoco es ajeno al Gobierno, puesto que el PSOE, en la última campaña electoral autonómica, ya defendió la necesidad de tomar medidas en este terreno para favorecer la continuidad de la actividad empresarial y del empleo que lleva asociado. En este terreno se discute ahora, en el de las bonificaciones que suavicen la situación actual. Es, además, una reivindicación constante de las asociaciones del sector.

El PP ha hecho bandera de esta reforma de Sucesiones arrancada al PSOE en la negociación presupuestaria, paso previo a la supresión comprometida en caso de victoria electoral en 2019, y no quiere que el asunto se eternice en el tiempo. La intención es alcanzar un acuerdo con el Gobierno «cuanto antes», dijo ayer la presidenta del PP asturiano, para que la reforma legal entre en vigor «lo más pronto posible». Tanto para Mercedes Fernández como para los socialistas su tramitación parlamentaria es prioritaria, en el actual contexto de bloqueo legislativo en una atascada Junta General del Principado. La mayoría que suman ambos grupos en la Cámara anticipa que, más allá de retrasos puntuales, no habrá problemas para conseguir su aprobación.

200 herencias al año

A la expectativa del último empujón negociador por parte de las dos formaciones, lo cierto es que el impuesto de Sucesiones y Donaciones experimentará un notable lavado de cara en esta reforma. Con la aprobación del presupuesto ya se aplicó un incremento del mínimo exento desde los 150.000 euros en que estaba establecido hasta 200.000, y también se corrigió el llamado 'error de salto'. Una vez este acuerdo sea efectivo, la cifra se situará en 300.000 euros, lo que significa, según el Gobierno, que apenas 200 herencias en línea directa tributarán al año en Asturias.

El proyecto de ley incorporará asimismo un cambio en la bonificación de la vivienda habitual, de forma que solo habrá que mantener la propiedad durante tres años, en lugar de diez, como hasta ahora. También habrá bonificaciones para la herencia de propiedades agrarias y una modificación en donaciones para favorecer el traspaso de bienes en vida.

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