El corredor Norte sigue en tercer lugar, tras el gallego y el Mediterráneo

Si alguien pensaba que la procedencia cántabra del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, iba a servir para situar al corredor del Norte del AVE entre las prioridades del Gobierno de Mariano Rajoy, se equivocaba. El proyecto presupuestario presentado el pasado martes en el Congreso desvela que la inversión proyectada para el corredor del que forman parte Asturias, Cantabria y País Vasco se queda en 482 millones para el presente curso, frente a los 715 millones que se dedican al eje del Mediterráneo y los 728 que se destinan a la alta velocidad gallega (denominado corredor Noroeste).

La inversión total para la alta velocidad en los presupuestos generales del Estado (2.329 millones) se completa con las partidas, ya mucho más modestas, destinadas a otras vías como la que une Chamartín-Atocha-Torregjón de Velasco (68 millones) y el llamado eje Nordeste, que circula por las ciudades de Zaragoza, Logroño y Pamplona (45 millones), entre otros.

La escasa inversión para la alta velocidad de Asturias, Cantabria y el País Vasco, en comparación con la reservada para los corredores Mediterráneo y Noroeste es, si cabe, más dañina para los intereses del Principado si se tiene en cuenta que en las mismas previsiones económicas del Ministerio de Fomento (a través de la empresa pública Adif) se asume que se trata del eje ferroviario que más inyección económica precisará en el marco de esta legislatura para poder garantizar su finalización «en los plazos establecidos».

El Gobierno central calcula en sus previsiones económicas hasta 2020 que el corredor del Norte requiere de un desembolso de 3.269 millones, pero solo satisface este año el 14% de esta cuantía. Mucho mayor, demuestran los números, es el compromiso del ministro de Fomento con el corredor que circula en paralelo a la costa mediterránea, para cuya puesta en marcha reserva en los presupuestos de este año casi una cuarta parte (23%) de los 3.123 millones que, según su planeamiento, proyecta invertir en el horizonte de 2020 en esta red de líneas ferroviarias que cubre las comunidades de Cataluña, Valencia, Murcia y Andalucía. Mayores incluso son las previsiones de inversión para el corredor gallego; pese a ser el que menos montante económico requiere (2.136 millones), se lleva este año la mayor cuantía (728 millones). Esto es, un 34% de lo que necesita.

En detalle del corredor del Norte el Principado también pierde. Su conexión queda relegada a un segundo lugar en cuanto a inversión, con 166,6 millones, por detrás de la línea vasca, que se lleva 278 millones. Máxime, cuando el grueso de la inversión reservada para la conexión del AVE con el Principado se lo lleva la variante de Pajares, 128 millones. Lo que queda corresponde a actuaciones previstas en la línea Venta de Baños-León-Pajares y otros apuntes económicos que se escapan de la alta velocidad, como la renovación de la rampa de Pajares y las obras previstas en la vía Pola de Lena-Ciudadades asturianas, aunque Adif las incluye como complementarias. Lo propio sucede con León-La Robla, aunque no se precisa el tipo de reforma que se ejecutará ahí.

Fomento suma estos proyectos como inversión propia del corredor, mismo criterio que aplica a los 35,9 millones de euros de la conexión a Cantabria, aunque se trata de actuaciones de mejora para el tren de altas prestaciones que da servicio a esta comunidad, que no dispone de AVE ni previsión para él.

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