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Un cambio histórico

Juan Neira

Lunes, 22 de mayo 2017, 07:13

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Victoria clara de Pedro Sánchez en las primarias, con diez puntos de diferencia sobre Susana Díaz, mientras Patxi López sacaba un resultado testimonial. El triunfo de Pedro Sánchez abarca a todas las comunidades autónomas salvo las regiones de las que son originarios Susana Díaz y Patxi López.

El nuevo líder tuvo la iniciativa política durante la campaña electoral, donde remarcó la idea de que había un sector del partido identificado con los notables, que había pactado con el PP y llevaría al PSOE hacia la irrelevancia, como antesala de su desaparición. Frente a ellos estaba otro grupo, liderado por Sánchez, que no claudicaba ante Mariano Rajoy y pretendía llevar al PSOE hacia posturas nítidas de izquierda. Si Pablo Iglesias tiene como modelo a Alex Tsipras, Pedro Sánchez toma como gran referencia a Antonio Costa, presidente del Gobierno de Portugal y ex alcalde de Lisboa. Frente a ese discurso, Susana Díaz mantuvo el argumento de que el PSOE no debe moverse de sus posiciones, ni un paso a la izquierda ni a la derecha, y sólo necesitaba un candidato ganador en las urnas y levantar la moral de la tropa. La oficialidad, empezando por la comisión gestora, y siguiendo por la propia Susana Díaz, no supieron en ningún momento explicar lo que había sucedido el pasado 1 de octubre en el Comité Federal, dejando que la militancia diera por buena la versión del golpe de Estado. Tampoco quisieron hurgar en temas delicados, como las maniobras realizadas por Pedro Sánchez para forjar una alianza de partidos de izquierda y fuerzas nacionalistas, sin informar a los presidentes autonómicos y a la dirección del partido. En conclusión: ante la militancia comparecía un candidato con la etiqueta de bienhechor, que para colmo había quedado en el paro por defender la ética socialista, y en frente había un grupo de presidentes autonómicos, trufados de intereses, que habían pactado con Rajoy. Expuesta la disyuntiva, el resultado en las urnas fue una consecuencia lógica.

En Asturias, la victoria de los sanchistas es aún más rotunda. Un anticipo de ella había sido el test de los avales, donde los partidarios del nuevo secretario general habían ganado con mucha holgura. El papel de Javier Fernández, como presidente de la gestora, propició la movilización de los sanchistas asturianos. También los cinco años al frente del Gobierno asturiano pesaron en las urnas. El próximo congreso regional marcará el fin de una etapa de la FSA.

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