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La letrada de Villa pide la nulidad de su declaración y la jueza la rechaza

«Estaba muy cansado», apuntó

C. García

Martes, 20 de junio 2017, 02:44

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La abogada que defiende a José Ángel Fernández Villa, Ana García Boto, ya adelantó durante la declaración de su defendido, el pasado 1 de junio, su disconformidad con la citación de Villa para declarar como investigado en el caso Hulla y su intención de solicitar la nulidad. En su alegato ante la jueza y los fiscales anticorrupción después de que Villa se acogiera a su derecho de no declarar, detalló sus motivos. Entre otros, que Villa, tras someterse a un examen forense solicitado por la propia Boto tuviera que declarar ese mismo día por la tarde. «Estaba muy cansado», apuntó. Y señaló también a problemas en la entrega de la citación judicial a su defendido.

En cualquier caso, a Ana García Boto no le bastó el rapapolvo que recibió por parte del fiscal Ignacio Stampa, el pasado 1 de junio, recordándole la deferencia que había tenido el juzgado durante el proceso con José Ángel Fernández Villa «por motivos humanitarios». «Su petición de nulidad es contraria a la buenísima fe procesal que ha tenido este juzgado con usted. No solo porque lo quiere recurrir, si no porque además quiere pedir la nulidad». Y así lo hizo. Ana García Boto presentó el recurso ante el juzgado de instrucción número 3 de Oviedo. El miércoles, 14 de junio, la jueza Begoña Fernández, respondió a su petición denegando la nulidad. «No ha lugar», concluye en su escrito. Y cierra la puerta a cualquier recurso.

En el escrito, Begoña Fernández recuerda a la abogada que José Ángel Fernández Villa «estaba citado el 31 de mayo» y lo retrasaron un día tras su petición de que fuera sometido a un examen forense. Tras estudiar su estado de salud, los expertos concluyeron que «podía declarar» utilizando preguntas con un lenguaje claro. Ese día Villa abandonó los juzgados a la una y media de la tarde y volvió a las siete para declarar. «Nadie le dijo que volviera a su casa», recriminó el fiscal, cuando Boto alegó «sus problemas para pagar un taxi».

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