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Dolores Carcedo habla por teléfono en la Junta General.
El Principado proyecta un presupuesto al alza para 2018 al calor de la mejora económica

El Principado proyecta un presupuesto al alza para 2018 al calor de la mejora económica

Aunque sin excesos, planifica un documento menos restrictivo que abre la mano en el gasto en personal e inversión

ANDRÉS SUÁREZ

Miércoles, 21 de junio 2017, 03:16

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Aunque poco a poco, con prudencia, la mejora de la economía comienza a dejarse notar en las cuentas públicas. El crecimiento de los ingresos propicia un mayor margen de gasto y, sin salirse del escenario de estabilidad que marca la UE, las administraciones empiezan a respirar. La planificación de los presupuestos del Principado para 2018 es un buen ejemplo. El Ejecutivo trabaja ya en un primer esbozo, que suaviza el discurso de la austeridad más dura y de las restricciones de los últimos ejercicios, en un contexto financiero mucho más severo, y abre -aunque sin excesos- la mano a la hora de pensar en contrataciones de personal público y en nuevas inversiones.

El Ejecutivo ha dado ya el primer paso en la elaboración de los presupuestos con la redacción de las normas de elaboración del proyecto, que trazan las líneas generales a seguir. En ejercicios pasados era habitual que el texto hiciera referencia al dificilísimo escenario económico, al impacto de las políticas de austeridad y a la necesidad de ajustarse al milímetro a los objetivos de déficit para justificar el escaso margen de maniobra disponible a la hora de planificar las políticas públicas. No es que ahora el gabinete, con la consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, al frente de este asunto, levante la mano por completo, ni mucho menos. Pero sí se aprecia una propuesta más flexible y acomodada a la mejora de la economía.

El documento apunta a unos presupuestos de 2018 al alza. Ya no cierra, como en ejercicios anteriores, la puerta a la contratación de personal público, aunque sí introduce el matiz de que aquellas propuestas que se planteen deben estar «suficientemente justificadas». También en el ámbito de la inversión parece abrirse una mayor posibilidad de explorar nuevos proyectos, aunque se mantiene la prioridad para aquellos que o bien son «de carácter estratégico» o bien están ligados a la prestación de servicios básicos. O, también, los que gozan de cofinanciación de otras administraciones.

Un contexto presupuestario, pues, más favorable y menos restrictivo, aunque también sin exceso de derroche. El documento deja claro que la «racionalización» del gasto y el «uso eficiente» del dinero público debe ser la línea a seguir, «en un marco de especial atención a los servicios públicos esenciales».

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