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Adriana Lastra, ayer, en la casa del pueblo de Oviedo, donde la agrupación local eligió a su nuevo secretario general. ÁLEX PIÑA
Adriana Lastra ve a Fernando Lastra al frente de «un sector crítico cada vez más minoritario»

Adriana Lastra ve a Fernando Lastra al frente de «un sector crítico cada vez más minoritario»

«Hay alguna gente de la que no podemos esperar ninguna palabra positiva», replica la vicesecretaria general tras las críticas del consejero al apoyo del PSOE al cupo vasco

ANDRÉS SUÁREZ

OVIEDO.

Domingo, 26 de noviembre 2017, 04:30

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Duro reproche de la dirección federal del PSOE, por boca de la vicesecretaria general, Adriana Lastra, al titular asturiano de Infraestructuras, Fernando Lastra, que el jueves criticó en la Junta General el apoyo de su partido en el Congreso al nuevo cupo vasco. El consejero sostuvo que ese voto favorable ponía en bandeja al Gobierno de Mariano Rajoy la aprobación de los presupuestos de 2018. «Hay alguna gente de la que no podemos esperar ninguna palabra positiva ni para la dirección federal ni para la autonómica», dijo Adriana Lastra en alusión directa a Fernando Lastra, a quien situó como una de las personas «que encabeza un movimiento crítico cada vez más minoritario» en el seno del socialismo asturiano.

Es un hecho que las palabras del consejero provocaron un fuerte revuelo en las filas del PSOE asturiano. Tanto por la identidad de la persona que las dice, un miembro del Gobierno y ex portavoz parlamentario durante un largo periodo, como por el contenido y el fondo de las mismas, durísimo con la línea política de su partido en un asunto relevante como el cupo vasco y la financiación autonómica. Prueba de la polvareda que levantaron es que el secretario general de la Federación Socialista Asturiana, Adrián Barbón, salió pronto a rebatirle con el argumento de que el debate es saludable pero «en los órganos internos, no en público». Y que ayer hizo lo propio la número dos del partido, presente en la asamblea de la agrupación local ovetense que eligió a su nuevo líder, Iván Piñuela.

Adriana Lastra no se mordió la lengua. «No sé a quién representa haciendo esas afirmaciones», comentó en referencia a la intervención del consejero en el Parlamento regional. La vicesecretaria identificó al político cangués como una de las cabezas visibles de un sector crítico «cada vez más minoritario» que se resiste a aceptar el resultado de los últimos congresos -Fernando Lastra apoyó a Susana Díaz frente a Pedro Sánchez y a José María Pérez ante Adrián Barbón- y que intenta desgastar a las direcciones surgidas de esos cónclaves. Un movimiento que, vino a decir la número dos de los socialistas, se va desinflando poco a poco.

«Este es un nuevo PSOE», razonó la vicesecretaria, «quien lo quiera entender tiene cabida en este partido y a quien no lo quiera entender le ayudaremos a que lo entienda para que siga teniendo cabida». El mensaje que trasladó sobre el giro emprendido por la organización después de los últimos congresos fue claro. Las cosas han cambiado, llega una nueva generación «con empuje» y las tradicionales dinámicas internas son cosa del pasado. «Se acabaron las viejas familias», apostilló con contundencia.

Abordó asimismo Adriana Lastra el fondo del asunto. Recordó que ningún dirigente socialista, en las reuniones celebradas en las últimas semanas, puso en cuestión que el PSOE apoyara el cupo. Añadió que se trata de un mecanismo recogido en la Constitución y tildó de «absurdo» el debate generado en los últimos días. E hizo hincapié en que la clave está en que el Gobierno central reaccione e impulse la reforma de la financiación, urgente para dotar a las comunidades de los recursos necesarios para costear sus servicios. No es razonable, opinó, que con España creciendo al 3% haya territorios «infrafinanciados».

La refriega socialista, con Fernando Lastra como protagonista, tiene como trasfondo el proceso interno que vive el PSOE asturiano tras el relevo de Javier Fernández como secretario general y el aterrizaje de Adrián Barbón. Una etapa marcada por la calma tensa, con el Gobierno y el grupo parlamentario, por un lado, y la nueva dirección del partido, por otro, midiendo las distancias, y con las intervenciones del consejero de Infraestructuras -en este caso sobre el cupo, hace unas semanas sobre Cataluña- como variable que altera ese clima de prudente y expectante equilibrio.

En el sector mayoritario de la FSA se hace una lectura clara de los movimientos de Fernando Lastra. Se entiende que su objetivo es abonar el terreno para competir, como referente alternativo, en las primarias para elegir el candidato al Principado en las elecciones autonómicas de 2019. Es verdad, eso sí, que la ruta trazada hasta entonces -primero se diseñará el programa electoral, que será de cambio profundo respecto al de comicios anteriores, y además la confección del resto de la lista corresponderá a la dirección, con lo que eso conlleva- achica los espacios a la hora de pensar en un aspirante del sector crítico con opciones de vencer al oficial.

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