Hacienda ultima unas cuentas con guiños a IU, con más dinero para el asturiano y el 0 a 3

Los contactos del Ejecutivo con IU se estrecharon ayer, tanto aprovechando la sesión plenaria de la Junta General, por la mañana, como por la tarde con una nueva reunión. No hay un acuerdo cerrado, aunque el diálogo ha dado pasos adelante, y el obstáculo se centra ahora en el capítulo social con la exigencia de un incremento de la inversión en esta materia de 20 millones de euros y dos leyes específicas.

Las conversaciones continuarán el fin de semana pero en los planes del Ejecutivo y singularmente de la Consejería de Hacienda está plasmar en el proyecto presupuestario los avances de los últimos días. Está prevista, por ejemplo, una mayor inversión en la red de 0 a 3 años para extenderla a más municipios e incrementar así el número de centros y de plazas. Con el compromiso, además, de un estudio que permita diseñar un nuevo modelo público y universal y de abaratar las actuales tarifas que abonan las familias. El problema radica en que este planteamiento, que encaja en las pretensiones de IU, choca con la demanda de Podemos de impulsar la gratuidad plena del servicio. En el texto, además, debería ir una partida de 70.000 euros dedicada al desarrollo del asturiano en la RTPA, más dinero para cooperación al desarrollo y atención a los proyectos prioritarios para aquellos concejos donde gobierna IU.

Aparcados los impuestos 'verdes' por las reticencias del Gobierno, la «línea roja» que marca IU tiene que ver con el capítulo social. La coalición reclama el registro en la Junta General, en el primer cuatrimestre del año, de una ley de garantías vitales básicas que dé cobertura normativa a un paquete de medidas -salario social, pobreza energética e infantil...- dotado con 150 millones de euros. Son 20 millones más de los 130 ahora presupuestados. También se reclama el avance de otra ley, en este caso de procedimientos de emergencia, orientada a agilizar la tramitación de los servicios sociales, caso del salario social.

Este doble requerimiento es irrenunciable para IU, que espera a conocer el proyecto presupuestario para decantarse. Pero, en cualquiera de los casos, hay dudas. Al acuerdo se resiste, por ejemplo, el portavoz parlamentario, Gaspar Llamazares, que no se fía «ni de la gestión del Gobierno ni del compromiso y el liderazgo» del presidente regional, Javier Fernández.

El Gobierno confía en arrancar el 'sí' de IU y, como mínimo, la abstención de Podemos, con el que las conversaciones están mucho menos avanzadas. Las diferencias son profundas y es previsible que la negociación se prolongue bastante más allá del martes, apurando el margen disponible en diciembre.