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«El 'Petromocho' provocó el miedo de las administraciones a su fracaso»

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El director adjunto de ELCOMERCIO, Ángel M. González, con el libro que acaba de publicar sobre el 'Petromocho', en Gijón. Joaquín Pañeda

«El 'Petromocho' provocó el miedo de las administraciones a su fracaso»

Ángel M. González, director adjunto del diario EL COMERCIO, subraya el papel del periodismo en la presentación de su libro sobre este escándalo

P. LAMADRID

GIJÓN.

Jueves, 24 de mayo 2018, 01:01

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«El 'Petromocho' no llegó a convertirse en un caso de corrupción en parte por la intervención de EL COMERCIO». Ángel M. González, director adjunto de este diario, tiene claro que la investigación periodística llevada a cabo hace 25 años evitó un mal mayor para la sociedad asturiana. Marco Menéndez, Chema Fernández y él mismo sumaron fuerzas e incontables horas de trabajo para destapar el caso del complejo petroquímico que iba a construirse en Carreño gracias a una inversión de 366.000 millones de las antiguas pesetas.

«Estos tres periodistas representan lo mejor de EL COMERCIO, de lo que fue una sección de Economía que marcó un hito y una manera de hacer buen periodismo», destacó el director de este diario, Marcelino Gutiérrez, en la presentación del libro 'El Petromocho', obra de González. El Ateneo Jovellanos de Gijón acogió la puesta de largo de este volumen que estará a la venta, a partir del próximo sábado, en todos los quioscos de Asturias. Un libro que es «muchas cosas a la vez», como apuntó el director. Además de convertirse en un manual para periodistas sobre cómo abordar una investigación, «refleja muy bien aquella época y lo que era la sociedad asturiana del momento». Porque para entender cómo el comisionista francés Maurice Jean Lauze pudo engañar al Gobierno del Principado es necesario conocer el marco en el que se desarrolló esa negociación. «Asturias atravesaba una situación muy complicada, con dos reconversiones sobre la mesa», recordó González. La década de los noventa comenzó con grandes revueltas sociales en una región agotada industrialmente. La huelga general de 1991 y la 'marcha de hierro' daban muestras del hartazgo de una sociedad que veía empañarse su presente y su futuro.

«La obsesión de Juan Luis Rodríguez-Vigil era intentar paliar los efectos tan duros de los ajustes con iniciativas empresariales para dar alternativas al empleo», apuntó el autor. De modo que ese hombre «de grandes ensoñaciones» vio el cielo abierto cuando su consejero de Industria, Víctor Zapico, le contó la jugosísima operación presentada por Lauze, quien aportó un poder falso que le acreditaba como representante en España del príncipe Abdullah ibn Faisal ibn Turki, un descendiente directo de Saud ibn Faisal y hermano del sultán Faisal.

A estos tres periodistas «jóvenes y rebeldes» les pareció muy extraño que la desorbitada inversión viniera de la mano de un único inversor. De modo que telefonearon al Saudí Internacional Bank (SIB) para ampliar la información ofrecida en una rueda de prensa. Tras recibir la contestación de la entidad bancaria, que negó la existencia de tal inversión, comenzaron a tirar del hilo. «Lo que nos reforzó este desmentido fue la llamada de una de las personas afectadas por el caso, ya que había una serie de empresarios asturianos vinculados al proyecto que también fueron engañados», señaló González.

Fracaso electoral

A partir de ahí, la investigación se precipitó y el equipo logró comprobar que todos los documentos aportados por el comisionista francés eran falsos. Destapado el escándalo, Rodríguez-Vigil decidió dimitir pese a que Felipe González, entonces presidente del Gobierno, le pidió que no lo hiciera. Pero el daño ya estaba hecho y la imagen del PSOE se vio seriamente perjudicada. Así que uno de los efectos inmediatos del 'Petromocho' fue el hundimiento de los socialistas, que por primera vez, en 1995, perdieron las elecciones autonómicas en Asturias frente a Sergio Marqués, que encabezaba la lista del PP.

La otra consecuencia del escándalo fue que «provocó el miedo de las administraciones a su fracaso». En este sentido, González expuso que la política industrial ha cambiado notablemente y «se frenó la búsqueda de multinacionales» para atraerlas a Asturias. También se percibe este temor de los responsables políticos a la hora de hablar de posibles proyectos, indicó. Quizá piensen que, después del ridículo que supuso el 'Petromocho', toda cautela es poca.

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