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Gerardo Mora, profesor de Geografía e Historia en el IES Galileo Galilei de Navia, se dirige a los alumnos de la clase de Tercero B de la ESO, «uno de los grupos que más preguntan sobre Cataluña». E. C.
«Profe, ¿qué es eso del 155?»

«Profe, ¿qué es eso del 155?»

«Lo bueno de todo esto es que ahora saben que hay algo que se llama Constitución y la conocen en profundidad», dice un profesor de Historia | La curiosidad de los alumnos por Cataluña lleva la actualidad a las aulas asturianas

LAURA MAYORDOMO

GIJÓN.

Domingo, 5 de noviembre 2017, 04:56

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Pierino, siete años, alumno de segundo de Primaria en un colegio de Gijón, llegó hace unos días a su casa y le soltó a su madre: ¿Quieres que te haga un Puigdemont?'. '¿Cómo es eso?', le interrogó ella, sorprendida. 'Ahora sí, ahora no...', le contestó. Ella está segura de que el crío vino con el cuento del colegio. Porque, independientemente de la edad del alumnado, la cuestión catalana ha conseguido colarse en buena parte de las aulas asturianas. Y, en casi todos los casos, a instancias de los propios alumnos. Para muchos docentes de Secundaria y Bachillerato, la iniciativa que han demostrado sus alumnos ha supuesto una grata sorpresa, acostumbrados como están, cuentan algunos, a tener que ser ellos los que busquen asuntos de actualidad que entronquen con sus materias y les sirvan para ahondar en el temario. Otros, en cambio, han preferido «no entrar en polémica» y esquivar la propuesta de algún alumno para abordar la cuestión.

No es el caso de Gerardo Mora, profesor de Geografía e Historia que este curso imparte clases en el IES Galileo Galilei de Navia. «No podemos vivir de espaldas a la realidad. Lo que estamos viviendo ahora mismo son hechos históricos», asegura. Sus nuevos alumnos -«incluso los que arrastran problemas académicos», destaca- le dejaron claras sus inquietudes desde el primer momento, cuando llegaron a clase y le bombardearon a preguntas: 'Profe, ¿qué es eso del 155?' '¿Va Cataluña a lograr la independencia?' '¿Va a nacer un nuevo país?' '¿Qué va a pasar ahora?'. «Es señal de que están preocupados», entiende Gerardo Mora. Él no tuvo inconveniente en dar respuestas. Eso sí, «sin entrar en valoraciones».

Clases participativas

Son, en buena medida, las mismas preguntas que se hacían en el colegio San Fernando, de Avilés, los alumnos de segundo de Bachillerato de Esther Fano, profesora de Historia de la Filosofía. Desde principio de curso ella ha dedicado varias de sus clases a hablar de las intenciones separatistas de Cataluña, del referéndum del pasado 1 de octubre, de la declaración unilateral de independencia o de la aplicación del artículo 155 de la Constitución. En realidad, ella no ha tenido mucho que hacer porque han sido sus alumnos los que han hecho todo el trabajo, aportando incluso el material a partir del cual plantear sus exposiciones. «Yo no les dirijo. Ni me posiciono. Les dejo que sean ellos los que analicen críticamente la situación y lleguen a sus propias conclusiones. Desde el inicio del proceso independentista empezaron a hacerse preguntas sobre lo que estaba sucediendo, están muy pendientes de la actualidad. Es un grupo muy bueno, chavales con una madurez sorprendente y muy participativos», les alaba.

Hace apenas unos días tenía previsto continuar materia explicándoles la República de Platón. Ellos tenían otros planes: '¿Podemos seguir con el tema de Cataluña?', le plantearon. Y accedió. «Me parece maravilloso. Así consigo que sean reflexivos, que piensen», sostiene la profesora avilesina. ¿Y qué piensan sobre la cuestión unos chavales de 17 años? «Todos tienen el mismo punto de vista, están absolutamente a favor del Estado. Es algo que me llamó tanto la atención y que lo comenté con algunos compañeros».

Gerardo Mora también hace una lectura positiva de todo esto. En su caso porque, asegura, la inmensa mayoría de sus alumnos ha descubierto que «existe una cosa que se llama Constitución. Antes lo veían como algo abstracto, pero ahora la conocen en profundidad y saben el valor que tiene», destaca.

Sin significarse

Ana Isabel Barajas, jefa del departamento de Historia del IES Dr. Fleming de Oviedo, tiene claro que si un alumno le pregunta por los entresijos de la cuestión catalana respondería «ateniéndome a la legalidad» porque, dice, «mal profesor de Historia sería el que se significara». Y pone un ejemplo: «Cuando abordo temas de actualidad política yo tengo por norma llamar 'señor' a todos». Hasta el momento, ninguno de sus alumnos ha demostrado interés en saber más del proceso independentista. «Yo creo que les pilla un poco lejos, que están más interesados en cuál va a ser su futuro. Esta generación es muy poco madura políticamente, las ideologías con letras mayúsculas es algo que no parece interesarles». Además, apunta, «el alumnado de hoy en día es poco participativo en clase porque tienen miedo a posicionarse, no son muy espontáneos», dice refiriéndose a los estudiantes de Bachillerato, porque los de la ESO «sí que son más inocentes en ese sentido y pueden plantearte este tipo de cuestiones».

José García, profesor de Historia en el IES Aramo, incide en el escaso margen que el currículo de Bachillerato deja para abordar cuestiones de actualidad como ésta. «Estamos muy amarrados», afirma. Barajas lo suscribe y añade que las clases participativas y abiertas al debate tan comunes «hace veinticinco o treinta años» son cosa del pasado. «Desaparecieron con la LOGSE del 92 y con las siguientes leyes educativas, cada más restrictivas».

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