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Santamaría atiende a los medios en su regreso al Congreso el pasado jueves. Foto: Efe / Vídeo: Atlas

Sáenz de Santamaría abandona la política tras no encontrar encaje en el PP de Casado

La exvicepresidenta reivindica en su despedida el legado de Rajoy y el aval de los afiliados en las primarias

Nuria Vega

Madrid

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Lunes, 10 de septiembre 2018, 14:22

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Tres meses después de que Mariano Rajoy pasara a engrosar la lista de expresidentes del Gobierno sin acta de diputado ni más responsabilidad que la de registrador de la propiedad en Santa Pola, Soraya Sáenz de Santamaría siguió sus pasos. La exnúmero dos del Ejecutivo, una de las dirigentes que más poder ha concentrado en los últimos años en el país, anunció hoy que abandona la actividad política para emprender una nueva etapa de su vida, por impensable que resultara en mayo anticipar que una moción de censura propiciaría el final de un proyecto y la renovación del PP en la bancada de la oposición.

Las señales de las últimas semanas, las ausencias en la vida interna del partido, eran inequívocas. La exvicepresidenta se vio este lunes con Pablo Casado en la séptima planta de la sede nacional del partido para comunicarle su marcha. «He adoptado esta decisión después de una profunda reflexión -escribió en un comunicado- y desde el convencimiento de que es lo mejor tanto para la nueva dirección del PP como para mi familia y para mí». Fue una reunión de apenas una hora. «Cordial», añadieron fuentes populares. Otra cosa habría resultado extraña. No sólo por una cuestión de modales, también porque la decisión estaba adoptada de antemano y difícilmente cabía la posibilidad de una oferta que hubiese alterado los planes de Sáenz de Santamaría.

Desde el desencuentro de finales de julio, cuando la dirigente popular reclamó una representación proporcional para su equipo en el nuevo PP, la cúpula de la formación conservadora había dejado claro los puestos que barajaba para la exvicepresidenta. Casado estaba abierto a escuchar propuestas, pero en este tiempo ha insistido una y otra vez en que tenía un sillón reservado en el comité ejecutivo y que ponía a su disposición la presidencia de una comisión parlamentaria en el Congreso.

Es cierto que el nombre de Sáenz de Santamaría siempre sonó como posible candidata al Ayuntamiento de Madrid. Al menos, con Rajoy al frente del partido.También es verdad que en la sede de la calle Génova nunca descartaron ninguna opción. «Se le han tendido todo tipo de alfombras para que escoja una por la que entrar», señalaron desde la cúpula la semana pasada. Pero las tensiones derivadas del proceso de primarias y la remodelación del proyecto no alentaban ese escenario. Más bien parecía imposible. Fuentes populares incluso aseguran que permitirle ser cabeza de cartel habría sido una «torpeza» de Casado. «Ella tiene tirón electoral -advierten- y él puede que tenga que asumir un resultado desfavorable en las próximas elecciones municipales y autonómicas».

En todo caso, siempre hay dos versiones de una misma historia. Unos sostienen que Sáenz de Santamaría nunca tuvo intención real de adaptarse y otros reprochan que la cúpula no fuera suficientemente generosa. Unos defienden que hoy ella acudió con la decisión tomada y, otros, que tampoco se le propuso una alternativa.

Desde la dirección, desde luego, reivindican su voluntad de integrar y apuntan que todos los candidatos que fueron derrotados en las primarias han aceptado su lugar. En este sentido, el vicesecretario de Organización, a quien hoy sorprendió la retirada en plena rueda de prensa, recordó que afines a la exvicepresidenta -citó a los líderes del partido en Andalucía, País Vasco, Castilla y León y Comunidad Valenciana- sí han encontrado su sitio. «Personas y nombres como Juanma Moreno, Alfonso Alonso, Alfonso Fernández Mañueco o Isabel Boning somos parte del mismo proyecto del PP y todos tenemos hueco en ese proyecto común», celebró Javier Maroto.

Opciones de futuro

A partir de ahora, registrada ya su renuncia al escaño en el Congreso, la exvicepresidenta reflexionará sobre su futuro próximo. Tiene la posibilidad de retomar su carrera como abogada del Estado o examinar sus opciones en la empresa privada. Pero durante dos años está sujeta a una infinidad de incompatibilidades por el ejercicio de su cargo en la Moncloa. Siendo número dos tuvo que firmar decisiones que afectan a prácticamente todos los sectores.

En su comunicado de este lunes sólo ensalzó esa etapa y definió la contribución del Ejecutivo de Rajoy como «uno de los mejores servicios que el PP ha prestado a España». Nada es inocente cuando el proyecto de los populares ahora es uno distinto. Tampoco fue casual la alusión al respaldo «mayoritario» que obtuvo por parte de los afiliados. Ellos la señalaron como ganadora en la primera vuelta. «Le agradezco mucho a Soraya sus casi dos décadas de trabajo y entrega», le reconoció el líder popular en Twitter, donde le deseó los «mayores éxitos». El PP que queda ya es el partido de Casado.

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