Borrar
Avelino Corma, Mark E. Davis, Galen de Stucki
«La ciencia exige un pacto de estado, no se puede trabajar a impulsos»

«La ciencia exige un pacto de estado, no se puede trabajar a impulsos»

«Investigamos en un campo muy prometedor y emocionante», aseguran los ganadores del premio de Investigación Científica y Técnica

M. F. Antuña

Miércoles, 22 de octubre 2014, 00:52

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Investigan un campo, el de la nanotecnología y los nuevos materiales, que aún está en pañales y ha de dar frutos reales, tangibles y espectaculares a la vida diaria de los ciudadanos.Avelino Corma Canós, Mark. E. Davis y Galen D. Stucky, español el primero, estadounidenses sus dos colegas, han abierto importantísimas líneas de conocimiento con la química como aliada y eso les ha valido el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica que el viernes recogerán en el Campoamor. Lo harán por una tarea tan compleja como la de manipular los átomos de las moléculas y crear nuevos materiales, de tamaños absolutamente minúsculos, y con ellos luchar contra el cambio climático, poner coto a las enfermedades e incluso aligerar el peso del teléfono móvil.

Aunque no sea fácil de entender para el común de los mortales, las aplicaciones que materiales de tamaño inferior a dos nanómetros, entre los que se escuentran las zeolitas o los aluminosilicatos naturales o artificiales, tienen un potencial de futuro brutal. Su impacto tecnológico es ya un presente incuestionable, pero queda mucho por descubrir. Se trabaja con estructuras de tamaños tan pequeños que son inimaginables un nanómetro equivale a una mil millonésima parte de un metro pero aún se puede ir más allá todavía. «No nos encontramos cerca de un límite», reconoce Davis, sabedor de que las posibilidades de crear nanoestructuras con nuevas propiedades y más pequeñas son infinitas. Él da un ejemplo ilustrativo: «Antes de salir del laboratorio en Los Ángeles para venir a España llegaron dos alumnos que acababan de crear dos materiales nuevos», apunta. Sus colegas Stucky y Corman confirman su impresión.

Su mundo es atómico y molecular pero inmenso al mismo tiempo. Porque, como revelan los tres, el hecho de poder discriminar las moléculas por tamaños y formas permite aplicaciones en asuntos como la separación de gases, la creación de catalizadores y fotocatalizadores capaces de convertir la radiación solar en energía química, dosificar productos químicos para tratar, por ejemplo, plagas, o simple y llanamente hacer que los teléfonos móviles, al utilizar materiales nanoporosos como electrodos, funcionen más rápido y mejor. Hay más, Davis apuntaba ayer cómo ha sido posible acabar con la contaminación de Los Ángeles por esta vía. «Es un campo muy prometedor e interesante», aseguró Galen D. Stucky. Las aplicaciones farmacológicas que están por venir también se presentan interesantes, como por ejemplo en el campo de los sistemas de coagulación sanguínea.

Los nuevos materiales ya están aquí y no hay fronteras para ellos. El futuro dirá. Claro que en España sí hay límites para la investigación, y sobre eso habló ayer Avelino Corma sin temor ninguno a errar. Su reivindicación es clara y concisa: «Yo creo que en España podríamos hacer un esfuerzo mayor, por parte de la Administración necesitamos continuidad, no podemos funcionar a impulsos, con épocas de financiación y otras de sequía». La conclusión es evidente: «Necesitamos un pacto de estado, que la ciencia no dependa de quien gobierne en cada momento».

Sus colegas estadounidenses entraron a valorar la ciencia española pero desde una perspectiva más lejana. Ambos saben que existen grupos que están liderando investigaciones importantes, como sucede con el de Avelino Corma y otros más. «Dependería de qué campo de la ciencia hablamos, el programa de mi colega en Valencia es el mejor del mundo, no podría dar una respuesta más contundente, pero creo que en España no se hace nada mal», apuntó Galen D. Stucky. Mark E. Davis se pronunció en términos similares: «En España se están haciendo cosas muy interesantes».

En la Península trabaja Avelino Corma y desde aquí muestra su preocupación por el cambio climático y apunta la forma de pararlo. «No podemos a corto y a medio plazo prescindir de los hidrocarburos fósiles, pero debemos ir fomentando el uso de otro tipo de energías», reclama.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios