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71 entierros y una esperanza
violencia machista

71 entierros y una esperanza

Pese a las malas cifras, los expertos ven avances en la lucha contra la violencia de género

LUCÍA PALACIOS

Domingo, 2 de enero 2011, 08:56

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2010 terminó con un número estremecedor: 71 víctimas de los malos tratos. 71 mujeres a las que sus parejas o ex parejas han privado de voz, de libertad, de vida. Una cifra tan contundente, similar a otros ejercicios nefastos, que invita a pensar que todo sigue igual. Que no hay avance alguno pese a las leyes y las campañas. Sin embargo, algunos datos y el análisis de los expertos hacen pensar en que hay motivos para la esperanza.

El año que acaba de irse ha registrado 15 muertes más que el anterior y fue similar a 2003, 2007 o 2008. Ante estas abultadas cifras las voces críticas se alzan: algo está fallando. Para Vicente Martín, psicólogo leonés experto en violencia contra las mujeres, el número de víctimas mortales no es significativo: "Estamos igual, lo único que ha cambiado han sido las actitudes globales de la sociedad, que ahora está más concienciada que nunca". Otro especialista con una larga trayectoria en la materia, el madrileño Andrés Montero, sostiene que hay un cambio palpable: "Ahora estamos haciendo cosas que antes no hacíamos. Tenemos muy claro lo que es una muerte por violencia de género y hay muchas más mujeres que entienden que la sociedad se preocupa por un fenómeno por el que antes no se preocupaba".

Montero, experto en Psicología de la Violencia, defiende que en la actualidad hay más víctimas que están en situación de dar el paso de desvincularse del agresor porque se sienten más protegidas y amparadas. Y esto, a su vez, provoca también una reacción en los maltratadores porque, asegura, en la inmensa mayoría de las muertes, aunque no haya denuncias, hay un proceso de separación. "El agresor siente que pierde el control y es lo que le hace estallar", sentencia.

¿Existe un perfil del maltratador? Los especialistas coinciden en que no. No hay forma de trazar un retrato ni de él ni de la víctima. Lo que sí es posible es establecer una serie de elementos que ayudan a reconocer a un agresor y que pueden poner a la mujer en alerta con tiempo suficiente. Vicente Martín enumera diferentes tipos. Está el celoso, que se suele meter con la ropa de su pareja o con sus amistades; el controlador, que supervisa sus movimientos e incluso su móvil e internet; el que trata de aislarla de su entorno; o el chantajista, que juega con coacciones como 'tú tienes que quererme y demostrármelo'. También está el dependiente, que exige atención absoluta; el independiente, que va 'a su bola' y no renuncia a salir con sus amigos por nada; el que minusvalora a su mujer; el de los gestos intimidatorios como miradas o gritos, o el que no controla sus impulsos y rompe objetos en los ataques de ira.

Rehabilitación

Martín asegura que la detección es cada vez más fácil. "Cualquier mujer bien informada -afirma- sabe cuándo es una discusión de pareja y cuándo es violencia doméstica". "Y si sientes miedo -resume- es porque estás siendo maltratada".

¿Es posible rehabilitar a un maltratador? "Con toda seguridad, siempre y cuando se le aplique un tratamiento en condiciones", responde este psicólogo, que colabora en el programa Fénix de la Junta de Castilla y León y al que acuden voluntariamente hombres que reconocen maltratar a sus parejas. Tras unas 25 sesiones de trabajo, la mayoría de ellos logra superar el problema.

"A los hombres nos tienen que dar tiempo", argumenta Martín. "La sociedad española es todavía una sociedad machista y todavía tiene que cambiar mucho para conseguir un sistema igualitario". En la misma línea se manifiesta Andrés Montero: "En la medida en que erradiquemos la desigualdad, erradicaremos la violencia. Y la manera de acabar con ella es que la mujer se sienta más segura saliendo que no saliendo".

La presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género, Inmaculada Montalbán, sostiene que no se pueden buscar culpables "más allá de aquél que decidió quitar la vida a la mujer con la que convivió". Defiende "la unidad de la sociedad y de las fuerzas políticas" para poder terminar con esta lacra social. Para ello considera que hay que seguir trabajando en la misma línea. "En España no existe impunidad frente al maltrato y tenemos una buena ley que está sirviendo para que muchas mujeres salgan del círculo de la violencia". Montalbán recalca que hay un camino trazado que se ha empezado a recorrer e insiste en que será, ante todo, muy largo y doloroso pues "sería ilusorio pensar que un problema de siglos se puede resolver en tan solo unos años".

Entre los números que dejó 2010 destaca uno. Más de 100.000 mujeres denunciaron a sus parejas hasta el 30 de septiembre. Un récord. No indica que haya más casos, sino que hay más valientes. Más mujeres que se han armado de valor y han pasado a la acción para poner fin a su pesadilla.

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