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Rubalcaba y Lissavetzky comen juntos en el Lago Ness. / Facebook
«Hoy rompo públicamente mi privacidad»
emotivo recuerdo

«Hoy rompo públicamente mi privacidad»

Rubalcaba rinde homenaje en Facebook a su amiga Katia, hermana de Jaime Lissavetzky, una semana después de su fallecimiento

I. ASENJO

Miércoles, 15 de mayo 2013, 19:58

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Salió con lágrimas en los ojos. Estaba emocionado. Alfredo Pérez Rubalcaba abandonó el pasado miércoles el Congreso de los diputados muy triste. Se acababa de enterar del fallecimiento de Katia, hermana de uno de sus más íntimos amigos, Jaime Lissavetzky. Ambos se conocen desde la infancia, compartieron estudios en el madrileño colegio del Pilar y después en la facultad de Químicas y juntos ingresaron en el PSOE.

Al líder de la oposición siempre le ha obsesionado mantener su vida privada al margen de los focos, también a su mujer Pilar, casi una desconocida para el público general. Hoy, una semana después de la muerte de su amiga, ha decidido romper esa regla que tantos años quiso mantener para homenajear a Katia. Y es que el lado humano también hace al político. El secretario general del PSOE escribía unas líneas en su muro de Facebook acompañado de una fotografía en la que aparece junto al exsecretario de Estado para el Deporte en el conocido y misterioso Lago Ness (Escocia).

«Hoy, hace una semana, falleció Katia Lissavetzky. Era la hermana de Jaime y, por eso, también la mía. Como hermanos que éramos, nos quisimos mucho. También por eso discutíamos. A veces por cosas importantes, casi siempre por cosas nimias. Uno de esos asuntos poco relevantes por el que estuvimos toda la vida peleándonos fue el de las fotografías: A Katia le apasionaban, y a mi nunca me han gustado. Ella quería retener el tiempo, yo, más racionalista, le decía que es imposible. A ella le gustaba volver sobre el pasado, y para mí la nostalgia nunca ha sido agradable. Cada cumpleaños, cada aniversario, cada fiesta familiar se producía, invariablemente, la misma discusión».

Y es que hace solo dos años que esta red social, unida a la afición de Katia por inmortalizar los momentos de su vida, le jugó una mala pasada. Rubalcaba cuenta con los dedos de una mano las ocasiones en las que se ha dejado ver junto a su mujer, Pilar Goya. Sin embargo, una indiscreción de la hermana del portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, dejó al alcalce de un 'clic' de ratón una faceta hasta ahora desconocida del cántabro .

Katia colgó una fotografía titulada "Cumpleaños 2011 con mi hermano y unos amigos". La sorpresa es que entre esos amigos que aparecían reunidos alrededor de una mesa compartiendo conversación y vino en un restaurante madrileño se encontraba el matrimonio Pérez Rubalcaba-Goya. Él, en mangas de camisa; ella, sonriente y presidiendo. Entre ambos, la mujer del secretario de Estado para el Deporte, Pilar Tigeras. La estampa no pasaría de anecdótica de no ser por lo reservado que es Rubalcaba. De hecho, en febrero de 2011 su mujer -profesora del CSIC- presentó un libro de divulgación científica, El dolor, y su marido ni siquiera estuvo entre el público. A ella tampoco le gusta en absoluto que le cuelguen el cartel de mujer de.

La instantánea sacó además a relucir la estrecha relación entre ambos matrimonios. Los cuatro son doctores en Ciencias Químicas y las dos mujeres trabajan para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. De hecho, todos ellos han compartido vacaciones en más de una ocasión.

«Ella sacaba la máquina, ahora le bastaba apuntar con el móvil, y yo trataba de evitar la foto. Siempre ganó ella, claro. En venganza, yo nunca quise ver sus álbumes. Pero esos álbumes están ahí, relatando una parte muy importante de mi vida. Ahora he descubierto, además, que Katia no solo guardaba las fotos que hacía ella. Coleccionaba todas las que pasaban por sus manos. Hoy, Jaime, me ha dado una de esas imágenes que ella no hizo y con la que en algún momento se quedó. No es muy buena. Se nos ve, con dificultad, a los dos, a Jaime y a mí muy jóvenes, comiendo a la orilla del Lago Ness. A lo largo de mi vida pública he defendido con uñas y dientes mi privacidad, hoy estoy rompiendo esa regla. Es mi particular homenaje a Katia. Creo que pocas cosas le agradarían más que mi pública rendición fotográfica». Finaliza Rubalcaba.

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