Quiere comprar todos los vinilos del mundo

Zero Freitas, coleccionista de vinilos brasileño, ha adquirido millones de discos desde 1964. A los cinco años su padre trajo a casa un equipo estéreo que venía con 200 discos. En 1965, adolescente, compró su primer álbum, 'Roberto Carlos canta a los niños'. Cuando acabó el instituto presumía de una colección de 3.000 vinilos. A los 30 tenía 30.000. A los 62 acumula en un almacén de Sao Paulo que supera los 3 millones de unidades.

Este almacén de 25.000 metros cuadrados alberga su tesoro y a su cargo están una docena de chicos que le ayudan a clasificar todos estos vinilos, a los que diariamente suma unas 500 unidades. Además ha bautizado ya a su proyecto bajo el nombre de 'Emporium Musical', con el único objetivo de digitalizar toda su colección y crear posteriormente una biblioteca musical.

La velocidad imparable con la que este magnate ha conseguido aunar tal cantidad de vinilos, ha pasado por agotar existencias de lugares como el Conoly Records, aunque se prevé que algunos de ellos estén duplicados. Su objetivo son las colecciones de ejecutivos de la industria musical, críticos jubilados y celebridades como Bob Hope, cuyos discos compró a su hija diez años después de su muerte.

Esta sorprendente colección tiene un gran número de géneros incluidos y ya ha sorprendido a artistas como Keith Richards. Él mismo ha proporcionado fondos y artistas como David Bowie, Paul Simon, Martin Scorsese o Nile Rordgers ya se han sentado con Freitas a contemplar sus fondos.