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Javier Cofiño, durante un curso de Urbiola Formación que ayer ofreció en un hotel de Oviedo.
«La derecha lleva los pelos más rubios»

«La derecha lleva los pelos más rubios»

el estilista gijonés de las 'celebrities'

AZAHARA VILLACORTA

Martes, 28 de abril 2015, 00:32

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El estilista del cantante Enrique Iglesias, con quien ha viajado por todo el mundo, es de Gijón («lo amo sobre todas las cosas») y desde su salón de peluquería madrileño ha metido tijera en cabezas de políticos, deportistas o empresarios. Propietario también de tiendas de ropa, Javier Cofiño (1969) ha asesorado sobre su imagen a 'celebrities' como Beyoncé, Pink, Alejandro Sanz, Miguel y Bimba Bosé, Hiba Abouk, Aitana Sánchez Gijón o Ana Álvarez, su musa. Formado desde muy joven con los profesionales de Tony&Guy en Londres o de Cheska, Cofiño, que diseña a medida de cada cliente un 'look total', estuvo ayer en Oviedo ofreciendo un curso de formación especializado en recogidos.

¿Este país se ha vuelto loco con el nuevo corte de pelo de la Reina?

Ya. Somos un poco pazguatos, ¿no? Estamos en el siglo XXI, chica, y ella es una mujer de hoy en día que lleva un corte de pelo que, al final, va a ser tendencia. Yo soy 'pro Letizia'. Porque es asturiana y porque tiene un estilazo que alucinas. ¿Cuál es el problema de que se corte el pelo? El que no me lo puedo cortar soy yo, que soy calvo.

Y, enseguida, se puso un postizo para entregar el Cervantes.

Ella tiene una peluquera que trabajaba en televisión que es estupenda y que le puede poner un postizo. Tiene lo que le gustaría tener a cualquier mujer: cambiar de pelo constantemente. Letizia es bárbara. De hecho, ha desbancado a Rania de Jordania y a todas las monarquías. Y la Kate Middleton no hace más que copiarla.

¿El corte 'bob' al poder, entonces?

Es un corte que nosotros hacemos de toda la vida. Se lo hemos hecho a niñas que van a hacer la Comunión porque es un corte muy socorrido, una melena francesa que, normalmente, es muy estilosa y queda muy bien.

La critican por su delgadez.

A mí me parece que no es que ella intente estar más delgada. Yo creo que es una cosa de su fisonomía. Hay mujeres delgadas, gordas... Ella es bárbara y tiene una planta bárbara, así que puede ponerse lo que le dé la gana.

¿Qué se va a llevar este verano?

Estamos haciendo mucho pelo corto. No es casualidad que doña Letizia lleve ese corte: ya llevamos un tiempo con tendencia a hacer melenas más cortas. De hecho, antes que ella llevase ese corte, ya le hice yo primero esa misma melena a María Dolores de Cospedal. Notición (Risas). En las distancias cortas, físicamente gana.

¿Adiós a la melena 'pantojil'?

Sí. La tendencia es de hombro hacia arriba.

¿Y siguen mandando las ondas?

Ya están pasadas. Estoy cansado. Las lleva todo el mundo.

¿Hay una imagen característica del PSOE y otra del PP? Se lo pregunto, en concreto, por las mechas.

Se lleva mucho una mecha en Madrid en general. Y a lo mejor la derecha lleva los pelos más rubios. Pues sí.

¿Qué le parece la coleta del líder de Podemos, Pablo Iglesias?

Paso palabra (Risas).

Dígame alguien muy estiloso y alguien que le horrorice.

Una mujer que me apasiona cómo va siempre es Ana Belén. Y quién me horroriza no te lo voy a decir, porque para qué me voy a hacer enemigos.

La barba ha colonizado al género masculino más hipster.

A mí no me gusta. Me da pereza. El otro día entré en un bar y me dije: «Esto parece la gruta de Altamira». Todos con la barba. Es de esas modas que no a todos los tíos le quedan bien. A mí, por ejemplo, no me queda bien. Me da un aspecto de sucio que me mata.

¿Y la moda de no lavarse el pelo?

Eso es una cerdada, una marranada. Hay que ducharse, enjabonarse y ponerse una buena crema como toda la vida. Cuando hay un buen producto, tú te puedes lavar el pelo todos los días. Es como el champú de caballo. Son cosas que se inventan. Lo que pasa es que últimamente el Facebook y las redes sociales parecen el oráculo de Delfos y lo que se inventan es mentira. El champú de caballos es para caballos.

¿Algún error frecuente?

Hacerse colores en el pelo y luego no vigilarlos. Lo de la raíz...

Conclusión: ¿somos una sociedad obsesionada con la imagen?

Es lo que nos ha tocado. Si no quieres que sea importante, tienes que irte al campo a cuidar vacas.

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