Borrar
El papa Francisco besa al patriarca ruso Kiril.
Los líderes cristianos de Occidente y Oriente se encuentran mil años después

Los líderes cristianos de Occidente y Oriente se encuentran mil años después

El papa Francisco y el patriarca ruso Kiril han abogado por la "unidad del cristianismo" y la "protección de los fieles de Cristo perseguidos en el mundo"

colpisa / afp

Viernes, 12 de febrero 2016, 20:29

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El papa Francisco y el patriarca ruso Kiril han protagonizado este viernes la cita más importante para el cristianismo desde el cisma de hace mil años, y han abogado desde Cuba por el restablecimiento de la unidad y la protección de los fieles de Cristo perseguidos en el mundo.

"Lamentamos la pérdida de la unidad", han señalado los líderes religiosos en una declaración conjunta de 30 puntos que pasará a la historia por ser la primera que suscriben los representantes de la Iglesia de Occidente y Oriente.

En ese sentido, "y conscientes de muchos obstáculos que hay que superar, esperamos que nuestro encuentro contribuya a la obtención de la unidad mandada por Dios", han añadido.

Francisco (79 años) y su "hermano" Kirill (69) sostuvieron un encuentro de dos horas en el aeropuerto internacional de La Habana, capital de la otrora atea Cuba. Más allá de sus conclusiones, la cita estuvo cargada de simbolismo para el mundo cristiano que reúne en sus dos ramas a 1.330 millones de creyentes. El presidente Raúl Castro sirvió de anfitrión y facilitador de este encuentro.

Con sus tradicionales hábitos religiosos, Francisco con su solideo y Kirill con el 'kukol', los jerarcas lanzaron un apremiante llamado a proteger a los cristianos, tanto católicos como ortodoxos en Medio Oriente y África del Norte, donde enfrentan desplazamiento y persecución ante el avance del islamismo radical.

"Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional a tomar medidas inmediatas para evitar un mayor desplazamiento de los cristianos de Oriente Medio. Levantando nuestras voces en defensa de los cristianos perseguidos, también solidarizamos con sufrimientos de seguidores de otras tradiciones religiosas", señala el documento.

Al mismo tiempo es necesario -agrega el texto- que "la comunidad internacional haga todos los esfuerzos posibles para poner fin al terrorismo mediante acciones comunes, conjuntas y sincronizadas".

Sereno, Francisco evocó en una breve declaración a los medios el compromiso a favor de la unidad que vio en Kirill: "Hablamos de nuestras iglesias y coincidimos en que la unidad se hace caminando. Hablamos claramente sin medias palabras".

Tanto al comienzo como al final del encuentro, los dos líderes intercambiaron besos y abrazos y, al momento de suscribir el texto, se sentaron a la misma mesa en cuyo costado había una imagen de Nuestra Señora de Kazán, venerada por los ortodoxos.

"Yo les confieso que he sentido la consolación del espíritu en este diálogo", comentó el jefe de la Iglesia Católica. Francisco, quien medió en la reconciliación de Cuba y Estados Unidos, enemigos de la Guerra Fría, agradeció igualmente la ayuda del anfitrión.

"No quiero irme sin dar un sentido agradecimiento a Cuba, al gran pueblo cubano y a su presidente aquí presente. Agradezco su disponibilidad activa. Si sigue así, Cuba será la capital de la unidad", sostuvo el Papa.

Tras la cita, el Pontífice argentino de 79 años abordó el avión rumbo a un México azotado por la violencia del narcotráfico, donde iniciará su duodécimo viaje apostólico.

Kirill, entretanto, estará en Cuba hasta el domingo en el marco de una gira que también incluye a Brasil y Paraguay.

La reunión que el Vaticano trató de organizar en vano por décadas en Europa se fraguó en gran secreto, en parte debido a las resistencias de algunos sectores del patriarcado de la Iglesia ortodoxa rusa, que representa a 130 millones de fieles sobre un total de 250 millones de ortodoxos.

Simbolismo geopolítico

Para muchos analistas, los estrechos vínculos entre el patriarcado y el presidente ruso, Vladimir Putin, han conferido a la reunión una dimensión política y estratégica.

"Entre bambalinas hay un tercer protagonista, el presidente Putin", sostiene en su blog el vaticanista Marco Politi, quien recuerda que Francisco recibió el año pasado en dos ocasiones al líder ruso en el Vaticano.

"Sería una ingenuidad pensar que la repentina disponibilidad del patriarca no está relacionada con el papel de Rusia en este momento geopolítico", escribió Politi.

El jueves, Rusia y Estados Unidos acordaron una "suspensión de las hostilidades" en Siria en el plazo de una semana, con el objetivo de reactivar el proceso de paz y frenar el desplazamiento masivo de civiles.

Acusada durante décadas de proselitismo por parte de los ortodoxos rusos, la Iglesia católica intenta superar la desconfianza y evitó condenar la política intervencionista de Putin en Ucrania, gesto apreciado por la Iglesia rusa aunque criticado por los católicos ucranianos de rito griego, que apoyan al gobierno de Kiev.

Visita a México

El papa Francisco ha llegado esta noche a México para una esperada visita de cinco días, donde una multitud de jubilosos fieles lo esperaban en las calles, después de su histórico encuentro en Cuba con el patriarca ortodoxo ruso Kiril.

El Pontífice argentino ha sido recibido en el aeropuerto de la capital mexicana por el presidente Enrique Peña Nieto y la primera dama Angélica Rivera, mientras un grupo de mariachis y bailarinas hacía una presentación tradicional y una multitud de fieles gritaban "esta es la juventud del Papa".

Un día antes de la llegada del prelado, México vivió un trágico episodio que recordó el clima de violencia que golpea el país, cuando presos de la cárcel Topo Chico de la ciudad norteña de Monterrey se enfrentaron con bates y cuchillos, en una batalla campal que dejó 49 muertos y 12 heridos.

El Papa, que este viernes ha lamentado los hechos en una carta, tiene previsto hacer una visita a la cárcel de Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos, que hasta hace pocos años era considerada una de las más violentas de América Latina.

Francisco ha sido recibido con explosiones de júbilo, luces de linternas y teléfonos móviles por fieles mexicanos que llegaron al aeropuerto antes de que el Pontífice recorra las calles de la capital en el "papamóvil".

En el sur de la capital mexicana, una valla metálica bordeaba varios kilómetros de calles donde decenas de jóvenes católicos, vistiendo gorras y pañoletas amarillas y blancas, se aprestaban para recibir a su líder religioso.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios