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Miércoles, 24 de agosto 2016, 17:02
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Nueva polémica en las redes sociales por las fotos de un cazador posando con su presa. Aryanna Gourdin ha reavivado el debate en la red sobre esta actividad. La joven, de 12 años, acudió a comienzos del mes junto a su padre a una cacería en Sudáfrica. El resultado de su viaje, una jirafa muerta.
Gourdin no dudó en compartir diversas imágenes de su 'hazaña' en las redes sociales. «Una de las mejores cacerías en las que he estado. Hasta el próximo año, África», escribió en su cuenta de Twitter. En una de las imágenes publicadas, la joven aparece con el corazón del animal en la mano y la cara pintada con sangre.
El aluvión de críticas no se hizo esperar y justificó la caza argumentando que se trata de una actividad que ayuda a evitar la extinción de especies en peligro y defendió que toda la carne fue donada a orfanatos.
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