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Una pareja tarda nueve años en abrir este hermoso regalo de bodas

Una pareja tarda nueve años en abrir este hermoso regalo de bodas

La caja que guardaban Kathy y Brandon Gunn iba acompañada de una nota que indicaba que no se abriera «hasta la primera discusión»

e. c.

Viernes, 16 de septiembre 2016, 17:37

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El matrimonio, a pesar de la estabilidad y la rutina que puede suponer comprometerse, a veces supone llevarse alguna que otra sorpresa agradable que rompe ese día a día. Es el caso de Kathy y Brandon Gunn, una pareja de Michigan, Estados Unidos, que guardaban un regalo de boda sin abrir a pesar de llevar ya nueve años casados.

¿El motivo de no haber descubierto la sorpresa? El propio regalo de la tía Alison incluía unas instrucciones que decían: "No abrir hasta después de la primera discusión".

A pesar de, como cualquier pareja, haber tenido sus más y sus menos, nunca abrieron la caja. Sin embargo, la pareja sintió hace una semana la necesidad de abrirla durante la noche y se llevaron una grata sorpresa que Kathy no dudó en compartir por Facebook:

Después de meter a los niños en la cama, mi marido y yo salimos a la terraza a tomar una copa de vino. Hablábamos de lo emocionados que estábamos por asistir próximamente a una boda en Kalamazoo (el lugar en el que nos conocimos y fuimos a la universidad) y discutiendo sobre cuál sería el regalo perfecto para los futuros recién casados. Ahí fue cuando empecé a pensar en el día de nuestra boda (hace casi 9 años), tratando de recordar los regalos más significativos. ¿Lo más gracioso? El regalo más importante de todos estaba todavía en el armario sin abrir.

El día de nuestra boda Brandon y yo recibimos un regalo de mi tía Alison. Un paquete de color blanco acompañado de una tarjeta que decía: 'No abrir hasta la primera discusión'. Obviamente habíamos tenido un montón de discusiones, desacuerdos y portazos a lo largo de estos 9 años. Hubo incluso un par de casos en los que ambos consideramos tirar la toalla, pero nunca abrimos la caja.

Sinceramente creo que los dos evitamos abrirla, porque habría simbolizado nuestro fracaso. Para nosotros habría significado que no tenemos lo que se necesita para hacer que nuestro matrimonio funcione -y ambos somos demasiado tercos-. Por lo tanto, este regalo nos obligó a revaluar las cosas una y otra vez. ¿Era realmente el momento de abrir la caja? ¿Es esta nuestra peor pelea? ¿Qué pasa si hay una discusión aún peor por delante y no tenemos nuestra caja como recurso?!? Como mi gran tío Bill diría: «nada es tan malo que no pueda empeorar».

Todo este tiempo dimos por sentado que la caja contenía la clave para salvar nuestro matrimonio, un viejo truco que los jóvenes no conocíamos. Después de todo, mis tíos llevaban casados casi medio siglo. Por tanto pensamos que, llegado el caso, el contenido de la caja nos salvaría -y de alguna manera lo hizo-. Creo que esa caja fue más allá de lo que mi tía había previsto. Fue, de lejos, el regalo de boda más importante de todos.

Desde hace 9 años (y tres mudanzas), la caja ha ido acumulando polvo en el altillo del armario y, sin embargo, de alguna manera nos ha ido enseñando sobre la tolerancia, la comprensión, el compromiso y la paciencia. Nuestro matrimonio se fortalece cuando nos convertimos en mejores amigos, socios y compañeros de equipo. Hoy en día, hemos decidido abrir la caja porque finalmente tuve una revelación. Me di cuenta de que las herramientas para crear y mantener un matrimonio fuerte y saludable nunca estuvieron dentro de esa caja -estaban dentro de nosotros-.

Para su sorpresa la caja contenía dos copas de vino, un florero, productos de baño, dinero y dos notas de su tía abuela Alison dirigidas a cada uno de ellos.

'Kathy, Compra una pizza, langostinos o cualquier otra cosa que os guste. Tía Alison. Ten un baño relajante a punto.'

'Para Bradmon. Ve a buscar flores y una botella de vino. Tía Alison.'

Dirtecto al corazón.

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