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La Virgen de la Peña.
La Iglesia impide a un hombre dirigir una cofradía en Guadalajara por ser homosexual

La Iglesia impide a un hombre dirigir una cofradía en Guadalajara por ser homosexual

El vicario general de la diócesis asegura que su vida "no es acorde con la moral cristiana"

J.V. Muñoz-Lacuna

Lunes, 3 de octubre 2016, 15:44

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El Obispado de Sigüenza-Guadalajara impide a un joven de Brihuega (Guadalajara) formar parte de la dirección de su cofradía porque vive en pecado, es decir, convive con otro hombre con quien ha decidido compartir su vida. El joven, Guillermo Domínguez, decidió presentarse a la junta directiva de la Cofradía de la Virgen de la Peña el pasado mes de agosto. En un principio, su petición fue aceptada pero el pasado domingo el cura párroco de Brihuega le comunicó una respuesta negativa por su condición de homosexual después de haberlo consultado con el Obispado.

Según el vicario general de esta diócesis, Agustín Bugeda, la vida de Guillermo no es acorde con la moral cristiana porque convive con su pareja sin estar casado. El vicario general afirma que no es un caso de discriminación y que Guillermo no cumple las exigencias de moral que exige el Estatuto Marco de Cofradías de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara. En concreto, este documento especifica que para garantizar que en la cofradía se conserve la integridad de la fe y de las costumbres y evitar que se introduzcan abusos en la disciplina eclesiástica, no se admitirán a aquellas personas cuya actividad privada o pública no sea coherente con los postulados de la fe y la moral cristiana.

El Papa y los obispos

En defensa de Guillermo ha salido el colectivo Wado LGTB (lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales) de Castilla-La Mancha que ha denunciado públicamente una clara discriminación que no se debería permitir y se pregunta si es el Papa o bien los obispos y los párrocos locales quienes marcan los criterios morales en la Iglesia.

En medio de esta polémica, Guillermo ha remitido una carta pública en la que lamenta que en pleno siglo XXI continuemos sin reconocer a Jesús entre nosotros. Si él hubiera estado presente, no lo hubiera permitido y me hubiera acogido, concluye su escrito Guillermo, que recuerda que en su parroquia de Brihuega fue bautizado, recibió la Primera Comunión y el sacramento de la Confirmación siempre consciente y motivado por el amor a Dios.

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