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Miércoles, 24 de mayo 2017, 20:32
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Como si de una película se tratase, pero en la vida real. Gracias a su enorme precisión, un francotirador logró abatir de un solo disparo a un yihadista que se encontraba a 2.500 metros de distancia. Ocurrió en la ciudad de Mosul (Irak) hace apenas dos semanas.
Según explica el Daily Star Sunday el enfrentamiento duró más de cuatro horas, y se produjo después de que el terrorista acabara -desde la lejanía- con varios enemigos. Por si fuera poco, el francotirador del SAS (un sargento veterano de las guerras de Irak y Afganistán) mató a su homólogo yihadista con el CheyTac M200, uno de los fusiles más potentes y precisos del mundo. Al parecer, y siempre según la versión difundida, el protagonista de esta historia disparó un único cartucho a su enemigo desde una distancia de 2.500 metros (una extensión que, aunque no superó el rango efectivo del arma -3.000 metros- es más que considerable). La bala habría impactado al yihadista en la garganta tras permanecer tres segundo en el aire, y acabó con él al instante.
En palabras de la fuente que ha hecho pública la operación al Daily Star Sunday, esta fue una operación clásica de lucha contra francotiradores yihadistas. Unas misiones nada sencillas, pues el enemigo tiende a cambiar constantemente de posición tras cada disparo para evitar ser «cazado».
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