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CHRISTIAN LLANO
Domingo, 13 de mayo 2018, 15:50
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¿Quién no bebe alcohol de vez en cuando? Unas cañas después del trabajo, un vinito para cenar, una copas el sábado... Una 'influencer' llamada Jelly Devote, salía a beber con sus amigos al menos tres veces a la semana.
«No sé cuánto bebía, solo que era mucha cantidad», asegura sobre su afinidad a la cerveza y la sidra a 'Prevention'. Con 27 años ha tomado la decisión de reducir su consumo de alcohol a un vaso o dos de vino o champán cada dos semanas.
La joven ha querido compartir los increíbles efectos en Instagram, donde ha publicado el antes y el después de esta transformación. Las imágenes han sido todo un éxito y acumulan más de 14.000 'me gusta' en la red social . En el pie de foto asegura que sigue un estilo de vida equilibrado, el polo opuesto a sus viejas costumbres. «Todo lo que hacía era salir de fiesta, pasarlo bien y tumbarme en el sofá», asegura.
Cuando cumplió 21 años, una foto en bikini donde salía poco favorecida la llevó a considerar empezar a hacer ejercicio de forma habitual.
«Ese fue el momento en que decidí que las cosas tenían que cambiar», comenta Devote, quien comenzó a entrenar en casa poco después. Alentada por su pérdida de peso inicial en las primeras semanas, después se centró en su ingesta excesiva de alcohol: «Es simplemente imposible tener un cuerpo y mente saludables tomando tanto», explicó la influencer.
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