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Martes, 31 de octubre 2017, 23:18
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Dustin Manning y Joseph Abraham, de 19 y 18 años respectivamente, eran dos amigos estadounidenses de la infancia cuyas vidas han tenido un triste final. El consumo de drogas derivó en la pérdida de la vida de ambos, que perecieron, el mismo día y a un kilómetro de distancia el uno del otro, según publica el 'Ideal'.
En declaraciones a ‘NY Daily news’, la madre del segundo relató que fue su marido quien se encontró en el dormitorio de Joseph el cadáver de su hijo. “Había muerto”, se lamenta. Por su parte, el padre de Dustin Manning reconoció que su hijo había consumido fentanilo, una droga cincuenta veces más fuerte que la heroína. “Era equivalente a tres gramos de sal, lo suficiente para matar a un joven de 80 kilos”, afirmó.
Ahora, las autoridades trabajan en saber quién pudo suministrar dicha sustancia a los jóvenes. Se cree firmemente que la misma persona pudiese haberla vendido a ambos. “Es muy probable que el vendedor no sepa siquiera que su sustancia está matando a gente”, afirmó el comandante de Policía del condado de Gwinnett, Michel Pihera.
Los fallecidos desarrollaron su adicción a las drogas mientras se encontraban en la escuela. Otros dos amigos suyos habían fallecido por idénticas circunstancias. Los padres de Dustin aseguraron que, por depresiones, el joven comenzó a automedicarse y a consumir sustancias estupefacientes a los 12 años: “Nos dijo que las drogas eran lo que le hacían sentir mejor”.
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