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Universitarios y estudiantes de ESO y Bachillerato, durante la manifestación en Oviedo contra la reducción de grados a tres años.
La movilización universitaria en Asturias acaba con tres alumnos de Biología en comisaría

La movilización universitaria en Asturias acaba con tres alumnos de Biología en comisaría

Un millar de estudiantes protestan en Oviedo contra los grados de tres años

Elena Rodríguez

Miércoles, 25 de marzo 2015, 00:19

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Tres alumnos de la facultad de Biología acabaron ayer en la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Oviedo durante la huelga universitaria. El motivo de por qué acabaron en las dependencias de la calle Gil de Jaz difiere según las partes. Los estudiantes explicaron que los hechos ocurrieron por la mañana cuando se disponían a repartir folletos informativos en el campus de El Cristo. Según su versión, a la altura de las facultades de Química y Medicina, se paró un furgón de la Policía Nacional y les dio el alto. «Se bajaron tres agentes, les pusieron contra el furgón y les pidieron que se identificaran. Les preguntaron quiénes eran, dónde militaban y a qué facultad pertenecían, pero ellos se negaron a declarar», explicaron sus compañeros. En ese momento, «les metieron en el furgón y a dos los agredieron. A ambos les dieron con un puño en el costado y uno recibió un cabezazo en la cara y otro un tortazo». Como seguían sin aportar información, los llevaron a comisaría, donde estuvieron veinte minutos en el pasillo, hasta que se les devolvió la documentación y los teléfonos móviles. Fuentes policiales sostienen, en cambio, que los jóvenes fueron localizados cuando se disponían a prender fuego a unos neumáticos en una barricada y acabaron en comisaría «por desórdenes públicos».

Salvo este suceso, la jornada transcurrió sin incidentes. Hubo datos dispares sobre el seguimiento de la huelga en la Universidad. Los convocantes hablaron de un respaldo del 85%, con facultades paralizadas como la de Ciencias de la Educación, y el rector, Vicente Gotor, de una repercusión mínima, ya que las clases se «habían celebrado con normalidad y no hubo que suspender ningún grupo». La Universidad cifró en un 15,49% el respaldo del Personal de Administración y Servicios (PAS).

Casi un millar de estudiantes y representantes sindicales de CCOO, UGT, el Sindicato de Estudiantes y las Asambleas de Estudiantes de la Universidad se manifestaron por la tarde en Oviedo contra la reducción de los grados a tres años y la ampliación de másteres a dos, cuyas consecuencias serán desoladoras. Sostienen que el decreto no equiparará las titulaciones con Europa, sino que «expulsará a los alumnos» con menos recursos económicos y solo tendrán acceso a la enseñanza superior una minoría, una élite.

Crecen las dificultades, indicaron, cuando desde 2012 se han recortado 210 millones en becas y se han expulsado a 45.000 alumnos en todo el territorio nacional. La reducción del número de créditos en los grados y la previsible pérdida de estudiantes tendrán un impacto muy negativo en la financiación de las universidades. En este sentido, apuntaron que, según el ministerio, se perderán 150 millones de euros en concepto de matrículas y si se suman a los recortes de las comunidades autónomas (que algunos cifran en 850), llegará a los mil millones.

También calculan que afectará a la plantilla docente. El secretario de la sección sindical de Universidad en CC OO, Ignacio Loy, estima que, con la reducción de un año en los grados, pueden perderse 500 profesores en la institución académica asturiana, que ahora mismo cuenta con unos 2.000. Una 'vuelta de tuerca más', cuando, en general, se han ampliado las horas de docencia, hay menos recursos para investigación, se han bajado los salarios y no ha habido contrataciones.

Pero el 'decreto 3+2', sin que ni siquiera se haya evaluado el Plan Bolonia -según recordó Maximina Fernández, secretaria general de UGT- no fue la única razón por la que salieron a la calle. Hay dos más pendientes que les inquietan. El primero, el que flexibiliza la creación de universidades y favorece a las privadas. Suprime muchos de los requisitos mínimos de la normativa actual y rebaja la exigencia de los que quedan. Por ejemplo, rebaja el requisito de titulación del profesorado para impartir clase en los grados. Se pasa del 70% de los doctores que se exigían en las licenciaturas al 50% en la nueva norma para los grados. El segundo decreto modifica la acreditación del personal docente e investigador funcionario con un sistema menos objetivo, transparente e imparcial.

Por todo ello, para evitar el desmantelamiento de la universidad pública, que garantiza la igualdad de oportunidades, seguirán luchando. Los estudiantes añadieron a todas estas razones un motivo más: conseguir que se reconozca su derecho a la huelga sin ser penalizados, tal y como manifestó Álvaro Villegas, de las Asambleas de Estudiantes. Aprovechando la cercanía de las elecciones autonómicas y al rectorado, elaborarán un documento con sus reivindicaciones para que sean atendidas. Lucharemos por nuestros derechos incomode a quien incomode, concluyeron y esperan que Wert tome nota del éxito de la huelga y abra un verdadero proceso de diálogo.

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