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Móviles en el aula, ¿y por qué no?

Móviles en el aula, ¿y por qué no?

¿Debemos cerrarnos al avance de la tecnología? Yo creo que todo lo contrario. Debemos utilizar las nuevas tecnologías en cuanto aparecen. Esto es lo que entiendo por cambio metodológico: «Enseñar a nuestro alumnado con un modelo de aprendizaje más motivador, más creativo y sobre todo más dinámico y participativo»

Omar Fernández García-Jove

Miércoles, 1 de abril 2015, 19:15

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¿Usar los dispositivos móviles en el aula? ¿para qué y por qué? Aunque quizás la pregunta más importante sería ¿cómo? Responder a estas cuestiones no es tarea fácil. Cuando surgen cuestiones nuevas, todo cambio o innovación crea la comprensible controversia; hay miedo al cambio y a utilizar un instrumento en el aula que hasta hace poco tiempo ni siquiera existía.

¿Debemos cerrarnos al avance de la tecnología? Yo creo que todo lo contrario. Debemos utilizar las nuevas tecnologías en cuanto aparecen. Ya que nuestra labor es formar a nuestro alumnado en función de las novedades que generacionalmente vayan apareciendo. Es más, mi experiencia me dice que no se les forma lo suficientemente en cuestiones tan importantes como en redes sociales. Existen costumbres y tendencias de las que es imposible mantener a la juventud al margen. Por eso, debemos enseñarles a controlar y administrar su privacidad; aconsejar y concienciar de lo que se debe o no se debe difundir y compartir; hacer un necesario hincapié en la identidad y huella digital.

No hace tanto tiempo, en las escuelas se introdujeron los ordenadores porque la sociedad los usaba, llegaban a los hogares y a las empresas, donde empezaron a hacerse imprescindibles. Como el mercado de trabajo también los incluía, se necesitaba personas cualificadas para manejarlos. Esta demanda, propició que en las etapas de educación obligatoria se contemplaran enseñanzas de las nuevas tecnologías, resultando finalmente interdisciplinares. Nuestro alumnado debía afrontar nuevos retos, adquirir nuevos conocimientos para los emergentes empleos, las nuevas especialidades y el enorme abanico laboral que se abría ante sus ojos.

¿Qué diferencia hay ahora con la llegada de los dispositivos móviles? Desde mi punto de vista, ninguna, ya que de nuevo son herramientas susceptibles de ser utilizadas en la educación. Formalmente son simples utensilios tecnológicos, con pantalla grande y costosos que, para ser utilizados en el ámbito educativo, han de ir acompañados de una metodología adecuada. Si no dosificamos su uso y no los utilizamos en momentos adecuados, serán objetos con retroiluminación que solo servirán de distracción y pronto derivarán en aburrimiento digital.

No se puede abusar de las nuevas tecnologías, pero tampoco se debe vivir al margen, ¿qué tal si creamos una Televisión Educativa, por ejemplo iUltabTV? ¿Qué os parece usar tablets para que nuestro alumnado cree sus propios apuntes mediante libros electrónicos interactivos de las unidades didácticas a tratar en las materias? ¿Qué me decís si nos llevamos una tablet de excursión y realizamos un vídeo a la vez que recorremos la visita y en el autobús de vuelta al centro ya tenemos el trabajo final? ¿Qué pensaríais si creamos códigos QR para divulgar nuestros progresos o enlaces a vídeos con preguntas incrustadas? ¿Qué pasaría si utilizásemos la Realidad Aumentada para aprender anatomía o para saber cómo se mueven las creaciones de la NASA? ¿Qué opinaríamos si, en función del color que pintara mi alumnado un objeto en el papel, éste cobrara vida con el correspondiente toque personal? ¿Y si colaboramos unas áreas con otras y creamos proyectos interdisciplinares aprovechando las apps de google para el trabajo cooperativo, trabajando por proyectos, con metodologías tan de moda últimamente? Pues todo esto y mucho más es posible. Os invito a que visitéis el siguiente blog, que se corresponde al proyecto de centro del IES Universidad Laboral de Gijón www.iulabtv.blogspot.com.

He de deciros que mi motivación para empezar a utilizar tablets, ya desde hace más de 4 años, ha sido el ahorro de tiempo. Puedo elaborar mi cuaderno docente desde mi Ipad y prácticamente desprenderme de todo lo que a papeles se refiere, gestionando toda mi documentación desde la nube y compartiendo mi trabajo con mis compañeras y compañeros a través de las apps educativas. Usar plataformas e-learning desde mis dispositivos móviles me permite hacer lo mismo en menor tiempo. Intentar mejorar mis propios procesos de aprendizaje, profundizar y gestionar y perfeccionar mi propio PLE (entorno personal de aprendizaje) es mi reto del día a día. Y como bien dice David Álvarez, @balhisay, un referente para mí en lo que a formación se refiere, el profesorado debe aprender a organizar y desarrollar su PLE para poder enseñar al alumnado a que sea capaz de prosperar y acrecentar su propio entorno personal de aprendizaje.

Por todo esto, en la actualidad, pienso en el uso de los dispositivos móviles, más concretamente en las tablets, y me hago la penúltima pregunta ¿y por qué no? Como me considero valiente y decidido, me lancé a aplicar la recurrente expresión cambio metodológico. Os diré que actualmente lo estoy poniendo en práctica en mi centro educativo. Intentaré comentar brevemente cómo lo hago, no sin antes añadir, muy convencido, que estoy encantado de hacerlo y creo que puedo hablar también en nombre de mi alumnado. Además, como podréis comprobar, es más fácil de lo que parece.

También me gustaría comentaros lo que entiendo por cambio metodológico y resumido en una frase sería:

"Enseñar a nuestro alumnado con un modelo de aprendizaje más motivador, más creativo y sobre todo más dinámico y participativo para ellas y para ellos"

¿Y cómo se puede hacer eso utilizando las tablet? Pues casi igual que si lo hiciéramos utilizando un ordenador, una cámara de fotos, una cámara de vídeo, un micrófono, un mezclador de vídeo, un mezclador de audio, unos altavoces, un teléfono, una agenda, un calendario, un álbum de fotos...;todo ello puesto en una mesa o, si lo aprovechamos junto, en un único dispositivo, como es el caso de una tablet. No hay que olvidar que son herramientas, no varitas mágicas, para poder enseñar de una manera más sencilla y eficaz.

Lo que yo persigo en cada una de mis clases es que el alumnado sea protagonista de su propio aprendizaje, que exprese lo que piensa en cada momento y que tenga completa libertad para poder explicar lo que le estoy demandando de la forma que crea conveniente.

Al comenzar las unidades didácticas les muestro el producto final que vamos a elaborar, el proceso que debemos realizar para poder desarrollar el proyecto, creamos los grupos y repartimos las tareas entre los componentes de cada uno de ellos. A continuación propongo un tipo de Apps para poder crear el producto y dejo que vuelen las 23 o 24 mentes con las que comparto experiencias cada jornada. Desarrollamos los contenidos y adquirimos los conceptos que pretendemos enseñar.

¿Qué onsigo con esto? Espectaculares Stop motion sobre la perspectiva caballera, sorprendentes vídeos creados con efectos de chromakey, libros interactivos sobre el tema de la madera, códigos Qr que enlazan a vídeos de Youtube con sus preguntas incrustadas (tocando de esta forma el palo de las Flipped Classroom). Busco abrir al máximo el abanico para que mi alumnado vaya alcanzando todas las competencias básicas, de una forma mucho más motivadora y poco tradicional.

Puedo asegurar que en el aula se trabaja más, hay mejor actitud y aparece la curiosidad por aprender cada día. Mi alumnado de 2º de la ESO sabía, con sus dispositivos móviles, entrar en redes sociales y chatear. Ahora, por ejemplo, cuando se publica este artículo, están creando vistosos cómics sobre las estructuras.

En los próximos artículos intentaré compartir las apps que son, desde mi punto de vista, las más imprescindibles. Con las que espero que saquemos todo el partido a los dispositivos móviles, siempre, por supuesto, con una metodología adecuada.

Omar Fernández García-Jove (@omarfgj)

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