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Alonso saluda a uno de los alumnos del centro allerano.
Educación abre el curso en Cabañaquinta como «reconocimiento a la escuela rural»

Educación abre el curso en Cabañaquinta como «reconocimiento a la escuela rural»

«Es un ejemplo de escuela que garantiza la igualdad de oportunidades y la cohesión», afirma el consejero Genaro Alonso

ALEJANDRO FUENTE

Viernes, 11 de septiembre 2015, 00:11

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El Centro Público de Educación Básica (CPEB) de Cabañaquinta, en el concejo de Aller, es uno de los pocos que quedan en la región que aglutina cursos desde Infantil hasta Secundaria. Un alumno que entra con tres años sale del centro con 16. En parte, por esta peculiaridad, que se asemeja mucho a las escuelas rurales, el consejero de Educación y Cultura eligió este pequeño colegio para abrir oficialmente el curso 2015-16 en Educación Infantil y Primaria. Genaro Alonso quiso poner en valor, de este modo, «la labor de todas las personas implicadas en la buena marcha de la escuela rural» y recordó el reconocimiento del Principado a su tarea. «Este año -declaraba el responsable regional-, el Gobierno h concedido la medalla de plata a las comunidades educativas de los colegios rurales agrupados y, por ende, a toda la escuela rural. La de Cabañaquinta es una escuela a la que tengo mucho afecto. Además, agrupa a 228 alumnos de toda la zona de educación básica y por ello es muy significativo inaugurar el curso aquí».

Pero Alonso confesó que había otra razón para inaugurar el curso en Aller; «es una escuela a la que amo y a la que tengo mucho afecto por ser nativo de esta zona (es de la población cercana de Felechosa» . En este sentido, declaró que el de Cabañaquinta es ejemplo de centro «que garantiza la igualdad de oportunidades, la cohesión y el sostenimiento del sistema».

Comienzo con «ilusión»

En el centro había chavales que se mostraban más que contentos por regresar a las aulas y reencontrarse con sus compañeros; pero había otros, los más pequeños y que comenzaban la etapa escolar, que no pudieron contener alguna lágrima tras separarse de sus padres. Alguno de los alumnos dieron la bienvenida al consejero -y a la comitiva que le acompañaba- en el pequeño salón de actos donde hubo cortas intervenciones. Así, fue la jovencísima Nora Prado -que iniciaba sexto de Primaria- la encargada de recibir al consejero al centro. «Empiezo este año con mucha ilusión y me siento especialmente contenta de estar aquí en representación de todos mis compañeros. Tengo ganas de que empiece este curso para estar con mis amigos, estar todos bien y pasar todos juntos a Secundaria», dijo con desparpajo.

En la mesa estaba también el director de la escuela allerana; Jesús Irurtia quiso, a su vez, destacar la labor docente y la implicación «de la plantilla», apuntando también que ésta está «ajustada». Apuntó a que las características propias de la escuela -por aglutinar tres ciclos educativos- obligan a «optimizar» los recursos y los espacios.

Ya en el turno de intervención del consejero, éste se dispuso a leer un fragmento del intenso libro de Antoine de Saint-Exupéry, El Principito. Eligió el momento en el que el protagonista, en su viaje, se encuentra con la 'raposa', texto que destaca «lo esencial de la vida, como son el respeto y la amistad». La lectura la hizo Alonso en asturiano, lo que le sirvió para hacer una defensa de la llingua. «Os lo voy a leer en asturiano -anunciaba el consejero ante la audiencia-; una lengua que tiene en este concejo mucho arraigo, una lengua que es también nuestra como lo es el castellano; una lengua que hablaron nuestros padres y antepasados y que por solo ese hecho merece la pena reconocer, conocer, hablar y cultivar. Las lenguas son para hablarlas, y cuantas más sepamos, mejor. Si hablamos asturiano, castellano, inglés y francés, por ejemplo, mucho mejor».

Reválidas «innecesarias»

Alonso se refirió también a la prueba externa de sexto de Primaria y manifestó que está pendiente de que el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte promulgue el Real Decreto que la regula. No obstante, ha insistido en que no afectará al desarrollo del curso, que está planificado de acuerdo con el currículo aprobado. «Está todo en orden y perfectamente estructurado. Que haya o no prueba externa depende del ministerio, pero yo me preocuparía del final, sino del proceso. Por eso no queremos reválidas, porque no nos hacen falta. El alumno no las necesita y el sistema tampoco. Hay que diferenciar entre evaluar el sistema educativo, que hay que hacerlo, y evaluar al alumnado, que de ello se encargan los profesores», afirmó el responsable regional.

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