Más vale prevenir que lamentar

Los que hayan vivido y crecido durante la primera década de los ochenta seguro que recuerdan el programa presentado por el ovetense Ramón Sánchez-Ocaña. Se llamaba 'Más vale prevenir'. El título de esta emisión televisiva viene que ni pintado al programa desarrollado por el Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales (IAPRL) para enseñar a los más pequeños la importancia de prevenir accidentes tanto en el ámbito escolar como familiar. «Los pequeños necesitan esa impronta antes de enfrentarse al mundo laboral», explicó Myriam Hernández, directora del IAPRL.

En el programa participarán, durante el último trimestre del curso escolar, dos mil cuatrocientos alumnos de Primaria de toda Asturias. El colegio La Gesta de Oviedo fue el primero en experimentar este proyecto denominado 'Programa PRES'. «Somos los pioneros», presumió su directora, Elisa Fernández.

La primera lección de este programa de prevención la aprendieron bien sus alumnos: desde cómo escapar de una habitación llena de humo a oscuras, que recrearon en un almacén del colegio, a recuperar a una persona en parada cardiorespitaroria o practicar la maniobra de Heimlich. Dicho así parecen labores muy complicadas para unos niños de once años pero del dicho al hecho, en este caso, hay muy poco trecho. «Primero hay que dar tres golpes en la espalda con la palma abierta. Si sigue atragantado y se está ahogando cerramos el puño, presionamos bajo su pecho y ejercemos presión hacia dentro», explica Keisy Villamarín con soltura. También practicaron la RCP (reanimación cardiopulmonar) y la posición lateral de seguridad. Muchos desconocían estas técnicas y a otros tanto les sonaba pero nunca se vieron en situaciones límites como para practicarlas. «Son como esponjas y hay que entender que los alumnos de hoy son los trabajadores del mañana», aseguró Mauricio Bogomak. Él fue el bombero encargado de enseñar cómo actuar en determinadas situaciones de emergencia.

A través del juego, pero con una carga educativa y preventiva detrás, los alumnos de La Gesta sirvieron de conejillos de indias para un programa que empezará a funcionar el trimestre que viene por toda Asturias porque «lo que aprenden aquí no lo olvidarán jamás».