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Sábado, 11 de noviembre 2017, 10:38
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Courtney Stesrud nació a las 21 semanas de gestación con apenas 424 gramos de peso. Y sobrevivió. El caso de esta 'niña milagro' ha quedado registrado en los libros de historia como el bebé más prematuro del mundo que ha conseguido sobrevivir. Todo, a pesar de las pocas esperanzas que los médicos daban a la familia.
El caso de esta pequeña ha sido divulgado por la revista científica Pediatrics, que explica que la mayoría de los médicos recomiendan no reanimar a los niños nacidos antes de las 22 semanas de gestación. Su madre cuenta que en todo momento confió en que su hija sobreviviría.
Según explica en declaraciones a la cadena de televisión estadounidense CNN, durante su estancia en el centro hospitalario buscó información sobre bebés prematuros y descubrió que todos los casos eran de niños nacidos después de las 22 semanas. Según afirma, no encontró ninguno que hubiera nacido en la semana 21. «Aunque estaba escuchando al médico, simplemente sentí algo dentro de mí que decía: 'Solo ten esperanza y ten fe'. No me importó que tuviera 21 semanas». Y lo que parecía imposible se convirtió en realidad.
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