La vigorexia es la adicción al deporte Martín Olmos

Las adicciones más extrañas en las que puedes caer

Una adicción por muy rara o muy común que sea, no deja de ser una enfermedad mental ·

Alrededor del noventa por ciento de la población es adicta al móvil y lo hemos asumido como algo normal, pero hay otros tipos de adicción que ya no parecen tan comunes porque no son tan frecuentes, aunque sigan siendo patologías que hay que tener muy en cuenta

Pilar Fonseca

Viernes, 7 de enero 2022, 15:09

Una adicción es un mecanismo de defensa que se activa para silenciar inquietudes, traumas psicológicos. Se trata de acciones compulsivas que la persona repite para recibir una recompensa inmediata, sobre todo de tipo emocional.

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Las obsesiones o las adicciones son apegos que nos hacen sentir mejor, sentirnos arropados, que generan placer y que por todo eso se repiten de manera compulsiva, una y otra vez. Y los comportamientos compulsivos demuestran dos cosas: falta de autorregulación emocional y que existen problemas psicológicos que hay que resolver.

Los seres humanos nos podemos volver adictos a prácticamente cualquier cosa. Las adicciones más comunes nos parecen más normales, las justificamos más porque afectan a un mayor número de personas y encontramos un motivo para que se produzcan, pero la idea de rareza o de normalidad son puramente subjetivas y pueden estar influenciadas por cuestiones socioculturales.

Lo que para alguien es raro para otra persona o en otra cultura, puede ser perfectamente corriente, aunque sigue habiendo excepciones y adicciones que nos parecen extrañas precisamente por lo poco frecuentes que son.

Adicciones más extrañas del mundo

Beber sangre humana: Sí, es una adicción poco frecuente y además peligrosa, pero hay personas que la padecen y la practican, algunas de ellas prácticamente a diario.

Comer papel higiénico: Habíamos oído el rumor de que algunas modelos lo hacían para paliar el hambre durante los desfiles de moda, pero es que hay personas que lo hacen para mitigar su ansiedad a pesar de que hablamos de un producto incomestible.

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Asistir a funerales de personas desconocidas: Pues es de las adicciones raras más populares que hemos encontrado y algunas de las personas que la padecen se lo toman muy en serio, buscan esquelas en el periódico y se presentan en los funerales o los entierros directamente.

Comprar compulsivamente: La 'oniomanía' es una adicción médicamente reconocida y la presentan aquellas personas que no tienen control sobre sus vidas y llegan a endeudarse por comprar objetos que no suelen necesitar. Algunas veces esta adicción viene de una depresión que no se ha tratado.

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Masticar hielo, piedras o incluso vidrios: Es uno de los diagnosticados como 'Trastornos de Pica' y sí, puede ocasionar graves problemas de salud como era de esperar. La adicción a comer cristal o vidrio sí tiene un nombre oficial, se denomina: 'hialofagia' y es muy peligrosa para la salud del sujeto.

Comer tierra: Se trata de la 'geofagia' y dentro de que se considera una adicción rara es bastante habitual sobre todo en algunas culturas.

Coleccionar muñecos: Va mucho más allá de la edad o del tipo de muñecos, hay personas que crean una conexión difícil de entender por los demás con sus muñecas o muñecos, e incluso hay quien los pasea por la calle como si fueran sus hijos pequeños.

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Al deporte y al ejercicio: Sí, una vez que pasa a ser una obsesión pierde lo que de positivo tenía para nuestra salud. Tiene consecuencias muy negativas que hay que medir y tratar. Hay estimaciones que señalan que el 10% de los corredores de alto rendimiento y culturistas presentan esta adicción. La 'vigorexia' es un problema muy peligroso que afecta a muchos adolescentes, no sólo a adultos, y que pueden llegar a distorsionar su propio reflejo, la realidad de su propio cuerpo.

Al kétchup: Que no hablamos de ponerle a la hamburguesa o a los perritos calientes, no se trata incluso de añadirlo a las lentejas como comentaba hace tiempo un famoso youtuber. Hablamos de que hay personas que se lo beben, sí, has leído bien, se beben el kétchup.

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Tanorexia es la adicción a tomar el sol y ponerse moreno Martin Bernetti

Al bronceado: Se llama 'tanorexia' porque siendo una adicción extraña está entre las menos extrañas, lo que no hace que no sea peligrosa para la salud, más bien todo lo contrario.

A los refrescos azucarados: No un vaso, dos o incluso tres al día. Las personas con esta patología reconocen beberse varios litros al día de refrescos azucarados.

Tirarse del pelo: La tricotilomanía es un trastorno de control de impulsos, el impulso lleva a la persona a tirarse del pelo sin parar, incluso puede llegar a arrancarse pequeños mechones con tanto tirón.

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Comer cenizas: Sí, de los ceniceros que encuentran cerca. Es de las adicciones más extrañas y más escasas, pero está ahí, existe y hay gente que la padece.

A los enemas de café: No se sabe muy bien si es una adicción a la cafeína que se absorbe más rápido por el cuerpo de este modo, o es una adicción a los enemas o un poco ambas al mismo tiempo.

A los tatuajes: No hay un nombre oficial para este trastorno, aunque poco a poco cada vez se está extendiendo más.

Comer jabón: Sí, es muy malo para la salud y sí, hay personas que han llegado a morir por ingerir jabón de lavandería y a pesar de todo, es más frecuente de lo que podría pensarse.

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Chuparse el dedo: Y no en la más tierna infancia sino en la edad adulta. Genera problemas dentales, callosidades en los dedos y enfermedades en general por la higiene de manos y uñas.

Al aerosol nasal: O incluso al agua salada que la mayoría de las personas usan para limpiar los conductos nasales pero que las personas adictas usan varias veces al día, de forma compulsiva.

Al sexo: La hipersexualidad que padecen algunas personas pasa a ser una auténtica tortura.

No podemos olvidar que cuando una persona desarrolla un comportamiento obsesivo y presenta una adicción, lo que está buscando es relajarse, evadirse o procurarse una satisfacción que aminore un problema, un malestar anímico o psicológico que hay que tratar cuanto antes.

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