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María Cotiello. JOAQUÍN PAÑEDA
María Cotiello: «Asturias es de cine para los de fuera»

«Asturias es de cine para los de fuera»

Qué es de... María Cotiello ·

La actriz mierense ha vuelto a Asturias después de quince años en Madrid. «Ahora son otras las puertas que se abren»

M. F. ANTUÑA

GIJÓN.

Domingo, 17 de junio 2018, 01:15

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Hace año y medio que retornó a Asturias después de quince en Madrid. María Cotiello (Mieres, 1982) ha sido una de las 'Trece rosas', la séptima de las 'Seis hermanas', ha trabajado en un sinfín de series de televisión ('Amar en tiempos revueltos', 'Sin identidad', 'El ministerio del tiempo'...) y ha hecho el viaje de vuelta a casa. Ahora vive en Gijón, trabaja y estudia en Oviedo y no se olvida de Grillero. Porque ella es muy de pueblo. Muy asturiana. Y muy peleona.

- «Actriz asturiana, estudiante de Filoloxía Hispánica, lloca pola sidra, del Sporting y de Grillero», dice su Twitter. ¿Algo que añadir?

-Y muy de los míos.

-¿Las redes la enredan?

-No mucho. A veces incluso me siento obligada. Intento alejarme. Sobre todo de Twitter: gente insultando, faltando, opinando de todo. Si no sabes, mejor no opinar.

-¿Estamos muy enredados?

-Creo que esta libertad que tenemos con las redes nos ha llevado a pasar el límite del respeto. Es permitir que la gente pueda criticar de forma soez y atroz de todo.

-¿Y estamos muy enredados en este país en términos generales?

-Por suerte, deshicimos un nudo bien grande; nos quedan muchos más.

-¿La tele es su casa?

-No. Mi casa es donde están los míos.

-¿Y el cine, el teatro?

-La tele, el cine y el teatro son un sueño que he podido ir haciendo realidad, pero que no siempre puedo lograr. No puedo considerarlo mi casa.

-¿Por qué ha vuelto a Asturias?

-Siempre dije que me iba a Madrid para volver. Son etapas. No es abandonar el sueño, sino modificarlo.

-¿Qué tiene el sueño de pesadilla?

-Mucho. Es una pesadilla estar cuatro meses en casa sin que suene el teléfono. Hay muy pocos actores sin esa pesadilla, aunque todos crean que somos ricos y felices.

-¿Cómo es ahora su sueño?

-Tener una seguridad que me permita comer sin olvidar mi otro sueño y llevándolo a cabo de otra manera: pedagogía, teatro, aquí en Asturias, en Madrid. Pero soy mujer, tengo 35 años y cada vez me van a llamar menos. Hay que plantearse la vida de otra manera. No pasa nada.

-¿Cómo es su hoy asturiano?

-Hace año y medio, cuando terminamos 'Seis hermanas', me vine. Y mi día a día es levantarme a las seis de la mañana para entrar a trabajar a las siete en una cafetería. Mientras, termino la carrera de Filología Hispánica, en la especialidad de Asturiano, con intención de hacer un máster, opositar, y, si por el camino surgen cosas, bienvenidas sean. Ahora son otras las puertas que se abren.

-Y usted es muy asturiana.

-Sí, y la vida está para disfrutarla, no para fustigarse.

-¿Cómo surgió lo suyo con la interpretación?

-Pues desde pequeña. Siempre quise ser actriz y no sé por qué. Mis padres supieron que iba en serio cuando hablaron con el orientador del instituto. Y les dijo: «Dejadla, si se presentan quinientos y pasan quince». Y pasé (a la Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid).

-¿De Madrid a Mieres hay un mundo o no hay ninguno?

-No lo hay y sí lo hay. Son ambientes distintos, pero después de quince años eres capaz de unirlos y echar de menos los dos. Soy muy de pueblo. Y, al final, en Madrid, también haces tu pueblo.

-¿Ser de la cuenca marca?

-No sé si es algo innato o algo que nos imponemos: ser tan luchadores, revolucionarios, justicieros.

-¿Usted es así?

-Yo soy así.

-Está metida en la batalla de la oficialidad.

-Estoy metida en la batalla por la identidad que nos quieren negar. Es la lucha por una cultura.

-¿De esta va a ser que sí?

-Ojalá. Ojalá que esa poca gente con tanta fuerza en los medios no consiga convencer con sus mentiras.

-Dicen que la oficialidad va a traer más problemas que soluciones.

-Parece que por querer hablar nuestra lengua ya somos terroristas independentistas. Somos españoles, pero también asturianos, y, si nuestra lengua no se hace oficial, se pierde. No es un capricho.

-Hay miedo a la obligatoriedad.

-Hay muchas maneras de cooficialidad. En la educación sí implica una obligatoriedad; en otros ámbitos, un mérito, como el inglés. Nadie se plantea si el español es obligatorio, ¿por qué no aprendemos todos inglés si lo vamos a usar mucho más que el castellano? ¿Qué pasa, que los catalanes salen más tontos que nosotros porque solo tenemos un idioma? Una lengua te une a tus raíces, te ayuda a aprender otros idiomas... Nunca resta.

-¿Cuál es el futuro de las cuencas?

-Su futuro pasaba por unos fondos mineros que no se invirtieron bien. Nos cierran las minas, el campus nos lo dejan sin estudios... No sé qué futuro tienen las cuencas. No sé ni qué futuro tiene Asturias.

-¿Asturias es de película?

-Asturias es de cine para los de fuera.

-¿Y somos peliculeros?

-No. Yo creo que somos bastante objetivos y críticos con lo nuestro, pero sí es verdad que tenemos un sentimiento identitario más intenso que otros.

-¿Usted es peliculera?

-Me gustaría pensar que no. Intento tener los pies en la tierra. Pero seguro que me monto mis películas.

-¿No se montó la película de que iba a subir el Sporting?

-Esa me la monté hace más de un mes, sí.

-¿Qué otras pelis se ha hecho?

-Pues que iba a ir a Madrid e iba a volver aquí a trabajar en el audiovisual asturiano. O que algún día conseguiremos hacer una ficción en la TPA. Pero no quiero decir que son películas porque quiero que sean sueños hechos realidad.

-¿Existe el cine asturiano?

-Sí. Lo que no existe son los medios para que puede verse, abrirse y desarrollarse.

-Si usted fuera presidenta...

-Yo no tengo los conocimientos suficientes para saber todas las medidas a adoptar pero quizás obligaría a la televisión autonómica, al igual que a las nacionales, a destinar un porcentaje del presupuesto a ficción. Tenemos que barrer más para casa porque los de fuera ya tienen para dónde barrer.

-¿Serieadicta?

-Lo soy. Mucho. Ahora todos lo somos y eso es maravilloso.

-¿La tele se va a comer al cine?

-No se lo va llegar a comer, pero le está comiendo mucho. Solo hay que ver los actores que están haciendo series ahora.

-¿Le apetece subirse a las tablas asturianas?

-Me encantaría subirme a las tablas de cualquier sitio. El teatro siempre.

-¿Proyectos?

-Seguir trabajando en la cafetería, acabar la carrera... Y hay ideas, programas, series de ficción. Pero son proyectos en proceso de creación.

-La última: ¿Asturias sigue siendo roja y dinamitera?

-Por desgracia, parece que Asturias está pasando de colorada a anaranjada.

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